La popularidad muy al alza de Wilco en los últimos años (es miembro oficial del grupo desde 2004) ha ido aparejada también a la del propio Nels Cline (Los Ángeles, 1956). Sin embargo, para el momento de su unión a la banda de Jeff Tweedy, este guitarrista ya gozaba de un considerable prestigio. Del country gótico al más salvaje noise, del jazz más aventurero a la pura improvisación, Cline había mostrado ya en muchas ocasiones los rasgos que lo han llevado tan lejos en su oficio: un impecable virtuosismo en el dominio de las seis cuerdas y de todas las técnicas asociadas a la guitarra eléctrica contemporánea (pedales de efectos, sobre todo), virtud enriquecida con su curiosidad como instrumentista y su habilidad para los recursos imaginativos.

Esta faceta no tan conocida como su labor de escudero de lujo de Tweedy es la que podrá disfrutar mañana, a partir de las 21:00 en el Central (entradas a un precio único de 10 euros), el público que acuda a la inauguración de la nueva edición del Ciclo de Música Contemporánea del teatro de la Cartuja. Cline ofrecerá un concierto con su banda The B B & C, compuesta también por el compositor y saxofonista Tim Berne, uno de los actuales popes del jazz del downtown neoyorquino, y el batería Jim Black, fundador del grupo Alas No Axis y colaborador de otros músicos como Dave Douglas, Uri Caine o Satoko Fujii.

El grupo practica, en las propias palabras de sus integrantes, una "improvisación total" que toma la forma de largos desarrollos de sus piezas que dejan el campo abierto para la fantasía instrumental de Cline (sonoridades inusuales, técnicas no muy frecuentes), la explosiva percusión de Black y las armonías expansivas de Berne. Un sonido sin fronteras de género, en algún punto entre el rock, el free jazz, las texturas de la electrónica o la música de cámara. Hasta ahora la banda ha grabado un solo disco, The Veil (2011). Aunque los tres, por separado, ya han actuado en Sevilla anteriormente (Cline con Wilco, sus dos compañeros dentro del ciclo de jazz del mismo Central), será la primera ocasión en que visiten como grupo la ciudad, y Europa, de hecho.

Esta será la apertura del ciclo, que se prolongará en el calendario, en fechas ocasionales, hasta el mes de mayo, hasta completar los cinco conciertos (más uno especial) que conforman este año su oferta. Después de The B B & C, las dos siguientes citas serán el 8 y el 9 de marzo, con el habitual diálogo que suele ofrecerse entre músicos y coreógrafos. El belga Wim Vandekeybus, una de las referencias fundamentales de la danza europea contemporánea y fundador en 1986 de la compañía Última Vez, regresará esos dos días a Sevilla -los asiduos del Central han tenido ya la oportunidad de verle varios trabajos en los últimos años- para presentar el espectáculo What The Body does not Remember, en colaboración con los músicos del Ictus Ensemble.

A finales de ese mismo mes de marzo, el día 26, actuará en el teatro sevillano el grupo The Necks, que han conseguido arrancar de algunos de los críticos de música de The Guardian afirmaciones de no poco calibre, como por ejemplo que son "redefinidores de la música". Más allá de la exageración (o no), lo que propone este trío australiano, compuesto por amigos desde hace 30 años, es algo que nominalmente sería jazz experimental y de improvisación, pero que es a la vez también minimalismo académico, música de trance, ambient y rock. Música hecha sin complejos para oyentes sin prejuicios, que es la idea, precisamente, de este ciclo que lleva celebrándose ya, contando con esta edición, 14 años en el Central.

De otra experiencia singular podrán disfrutar ese mismo día 26 de marzo: los primeros siete compradores de entradas para el concierto de The Necks tendrán acceso al concierto que ofrecerá a las 19:30 Sofia Taliani. Esos siete espectadores asistirán a otros tantos miniconciertos para un solo oyente, que se celebrará en una habitación en penumbra en la que sólo se escuchará su voz o bien su piano. La obra forma parte de una investigación sobre "la seducción y la recepción" de la música que se ha programado recientemente en la Bienal de Arte de Venecia.

En el tramo final del ciclo el protagonismo será de formaciones sevillanas. El 9 de abril le tocará a Zahir Ensemble, que estrenará un programa con obras del estadounidense John Luther Adams, creador de grandes piezas que evocan los grandes espacios de Alaska, donde vive desde hace años, sonidos por los que expresa sus preocupaciones medioambientales y con los que reflexiona sobre el modo en que percibimos la música. Y el 21 de mayo, en el cierre, Taller Sonoro ofrecerá varios estrenos de obras de jóvenes compositores latinoamericanos.