Crítica de Danza

Exuberante propuesta de música y danza

el bosque de los sumergidos

Música en movimiento. Dirección musical y artística: Bruno Axel. Dirección coreográfica: Pilar Pérez Calvete. Coreografía: Raúl Heras y Pilar Pérez Calvete. Contratenor: José Carrión Cantante: David Sánchez Haro. Fecha: Miércoles, 3 de junio. Lugar: Teatro de la Maestranza. Sala Manuel García. Aforo: Lleno.

En un momento en que los solos y los dúos con música por ordenador invaden los escenarios, no deja de asombrar la exuberante propuesta que Bruno Axel y Pilar Pérez Calvete han logrado llevar a término por segundo año consecutivo, bajo el paraguas de su proyecto Música en movimiento.

Axel une a su apabullante carrera musical (violinista, director de orquesta, compositor), una juventud llena de ilusión y de una energía que se contagió a los más de 20 músicos que comparten con él el escenario mientras que Pilar , no menos experimentada, se queda en la retaguardia para dejar paso a siete jóvenes bailarines capitaneados por Raúl Heras.

En El bosque de los sumergidos, un trabajo logrado a pesar de las imaginables dificultades, la música lleva a cabo un auténtico recital de estilos que va del barroco a la música electrónica. Brillaron por igual las cuerdas (el violín de Axel sobre todo) y los vientos, a los que se unieron las voces de Sánchez Haro y del contratenor José Carrión, quien puso con su rojo miriñaque la única nota de color a un espectáculo en blanco y negro, incluidas las imágenes creadas para el mismo por el artista plástico Fernando Brea.

Los bailarines, muy eclécticos, pusieron movimiento a algunas escenas, primando lo coral, la pertenencia a la familia o a la tribu dentro de ese metafórico bosque de supervivientes, si bien hubo un lugar para el lucimiento individual, especialmente de Heras. Hay que decir también que la ordenación del escenario y la colocación de varias filas de público, en forma de media luna, los dejó algo constreñidos en algunos momentos.

Propuesta abigarrada y valiente, aunque la enorme diversidad de sus elementos y de los estilos que se interpretan hace muy difícil un verdadero diálogo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios