Crítica de Música

Personalidad y sentido de la contención

benjamin grosvenor

Programa: Obras de J. Ph. Rameau, J. S. Bach. C. Franck, F. Chopin y E. Granados. Piano: Benjamin Grosvenor. Lugar: Teatro de la Maestranza. Fecha: Lunes, 8 de junio. Aforo: La mitad.

El caso de Benjamin Grosvenor reúne todos los ingredientes para justificar la sensación que su figura provoca a nivel internacional. A la siempre atractiva juventud (22 años y ya con una carrera tras de sí) y al asombroso dominio técnico del instrumento, se añade, ante todo, una personalidad musical de gran relieve. En definitiva, no estamos sólo ante un gran virtuoso, sino ante un artista. Ello supone que las cuestiones técnicas no tienen valor per se, como ocurre en otros jóvenes fenómenos del teclado, sino que son el punto de partida para una profunda introspección en las partituras con la finalidad última de darle un giro nuevo y personal a la música que se interpretan.

Y no un giro caprichoso y fuera de sentido musical, sino una nueva luz sobre las posibilidades expresivas de los pentagramas. Así lo demostró anoche con especial relieve en una primera parte maravillosa en la que se recreó en la íntima poesía que subyace en la Ciaconna de Bach o en el magistral Preludio, coral y fuga de Franck, con una inacabable gama de dinámicas (asombrosa la capacidad de matizar las dinámicas en los pasajes arpegiados) que giraban el fraseo hacia la emotividad contenida, muy lograda también en Granados.

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