Noelia Lobato no parece dar el pefil típico de una compositora de música clásica. Viste camisa blanca y vaqueros, luce pendientes de aroe incluso llega a definirse como alguien "muy de mi tierra y muy de mi gente". Pero, como bien reza el dicho popular, las apariencias engañan. Esta joven sevillana de 30 años abre este domingo la temporada de la Orquesta de la Radio Nacional Alemana en Saarbrucken, dirigida por el maestro Karel Mark Chichon. Para la ocasión Lobato ha compuesto una obra sinfónica breve, de unos 10 minutos, escrita en un lenguaje contemporáneo y atonal. El título de la obra es Ariel, espíritu del aire, en referencia al personaje principal de La tempestad, de Shakespeare. "Para componer esta pieza he utilizado los mismos elementos en los que Shakespeare se inspiraba para escribir sus obras: la magia, la naturaleza, el amor universal y la capacidad de transformación de la música", afirma Lobato, quien además reconoce ciertas influencias neoplatónicas en su música. De esos cuatro pilares, el que más le interesa es el último, el proceso de transformación que se produce a través de la música y con el que pretende "provocar un sentimiento de catarsis en el público" y hacer que se pueda sentir "la nostalgia de la idea primigenia de belleza".

Karel Mark Chichon será quien alce la batuta para estrenar la obra de Lobato. "Estoy muy ilusionada y agradecida de que Chichon, junto a su orquesta, una de las mejores de Europa, sea el encargado de darle vida a mi obra. Esto es algo con lo que cualquier compositor sueña", reconoce la compositora. Chichon, nacido en Londres en 1971 y criado en Gibraltar, fue uno de los candidatos propuestos el pasado año para dirigir la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Al final el puesto fue para el estadounidense John Axelrod, pero el maestro inglés ha continuado su relación con la capital hispalense. De hecho, fue durante una de sus visitas cuando conoció a Lobato. Ella le presentó su trabajo y él, impresionado por su calidad, le ofreció la oportunidad de abrir la temporada de la orquesta alemana. "Chichon es un enamorado de Sevilla y de la música española. Además está haciendo mucho por promover el trabajo de los músicos jóvenes de España. Es toda una suerte que se fijase en mí", reitera.

La música ha sido siempre el eje fundamental de la vida de Lobato. Su padre, Miguel Ángel Lobato, es uno de los precursores del rock andaluz. A finales de los 60 fue el guitarrista de Tiempos Nuevos, grupo en el que también participabaJesús de la Rosa, quien posteriormente sería el líder de Triana, la banda más relevante de la aquella escena musical. Crecer en este ambiente fue determinante para Lobato. "En mi casa ha habido siempre música, es algo con lo que he crecido y que me ha convertido en la persona que soy". Decidió seguir los pasos de su padre pero marcando su propio camino. Cuenta que a los 7 años, cuando ingresó en el conservatorio, su padre la animaba para elegir el violín. "Con el violín podrás ser siempre solista, el centro de la orquesta, me decía mi padre. Pero yo quería tocar el piano, lo tenía muy claro". Y así fue, se decantó por el piano, un instrumento "muy completo que permite desarrollar mejor el oído al ser tan armónico", algo que Lobato considera fundamental para su formación como compositora.

Ahora Lobato trabaja como docente en el Conservatorio Cristobal de Morales. Dice disfrutar mucho enseñando música pero también admite que lo que realmente le entusiasma es componer. "Es algo que necesito, me lo pide el cuerpo". Es, en definitiva, su forma de expresarse.

La situación en España para la música clásica no es la ideal. Según ella considera, parece que este estilo es mucho más valorado en el extranjero. Pero eso no es algo que frene a Lobato para conseguir sus objetivos. "Por suerte, tengo la profesión más bonita del mundo, no la cambiaría por nada. Siempre me he considerado muy de aquí y muy de mi gente, pero eso no significa que limite mis metas. Soy muy exigente, siempre quiero más. Me gusta por donde estoy entrando ahora y quiero seguir en esta dirección".

Lobato es muy cuidadosa a la hora de hablar sobre sus influencias. Sabe que en su mundo no todos los estilos están bien vistos. Sólo descubre algunos nombres. Aparte de los clásicos le interesan los compositores de bandas sonoras como Hans Zimmer y John Williams. Entre sus nuevos proyectos, un concierto para fagot y otra obra orquestal.