Cultura

Murillo junto a los desamparados

  • La Alte Pinakothek de Múnich cede para las exposiciones de Sevilla y Bilbao su 'Vieja con cesta de huevos' y los célebres 'Niños comiendo melón y uvas' · El Louvre podría aportar su 'Joven mendigo'

El Museo del Louvre negocia con las pinacotecas de Sevilla y Bilbao para cederles hasta tres obras, entre las que se sobresale su Joven mendigo (1645-50), y apoyar así la organización de El joven Murillo, que llegará al Bellas Artes de esta ciudad en enero de 2010 tras inaugurarse el próximo otoño en Bilbao. La muestra permitirá reconocer la estrecha vinculación de la obra pictórica del primer Murillo con la literatura del Siglo de Oro, como pretenden sus comisarios, Alfonso Pérez Sánchez y Benito Navarrete. Para éste último, también asesor científico del Centro Velázquez, "la relación de la pintura de niños de Murillo con el mundo de la pobreza y los desamparados quedará muy presente en la cita, que profundizará en los motivos por los que Murillo optó por el realismo y la pintura del natural antes de consagrarse como pintor religioso, en esos años en los que se hace con el dominio de la pintura en Sevilla al marcharse Velazquez a la Corte en Madrid".

Una aspiración que se ha visto subrayada con la noticia de que la Alte Pinakothek de Múnich cederá para la muestra dos de sus obras más prestigiosas: junto a los Niños comiendo melón y uvas, que ya anunciara este medio, se acaba de cerrar un acuerdo para prestar el lienzo Vieja con cesta de huevos que custodia este museo alemán.

El retrato de la anciana procede de la colección del amigo de Murillo y mercader flamenco Nicolás de Omazur y figura en su colección en Sevilla en 1690. El segundo ya está localizado en Amberes hacia 1658 y hay copias de él en esa ciudad en algunas colecciones. Esta circunstancia, explica Navarrete, "demuestra que la pintura de género de Murillo fue apreciada y comprada por mercaderes y coleccionistas extranjeros en el mismo siglo XVII, obteniendo sus pinturas precios en las subastas similares a las de Rembrandt, algo absolutamente inédito para nuestros artistas del Siglo de Oro y que sitúa a Murillo al mismo nivel que los grandes maestros del barroco italiano, flamenco y holandés como Caravaggio, Rubens y Rembrandt". La exposición, por tanto, permite que regresen estas pinturas por vez primera desde que salieron de Sevilla en el siglo XVII. Supone, además, un gran esfuerzo científico para demostrar cómo se fragua la personalidad del joven Murillo y esos tipos iconográficos que más lo singularizaron a nivel internacional.

"La muestra enlaza con otra anterior que Pérez Sánchez y yo comisariamos sobre De Herrera a Velázquez. El Primer naturalismo en Sevilla y que también se vio en el Bellas Artes de Bilbao. Todo este nuevo proyecto no hubiera sido posible sin la colaboración a tres bandas que se da entre el Museo de Bilbao, el Bellas Artes de Sevilla y los dos comisarios", apunta Navarrete. Entre los hallazgos científicos que ofrecerá la muestra, él avanza un estudio de Ignacio Cano sobre la dispersión de las pinturas de Murillo en el extranjero y otro de Valme Muñoz sobre la técnica pictórica del Murillo joven.

El director del Museo de Bellas Artes de Bilbao, Javier Viar, está exultante tras cerrar el acuerdo con la pinacoteca de Munich y constatar el interés del Louvre por este proyecto que, explica, "se remonta a 2002 y es continuación del que ya realizamos con estos mismos comisarios". "La diferencia es que entonces la idea partió directamente de Focus Abengoa, con quien colaboramos tanto nosotros como el Bellas Artes y el Arzobispado de Sevilla, y ahora el impulso parte de Bilbao, ya que queríamos organizar la muestra en torno a dos obras maestras de nuestra pinacoteca pintadas por Murillo: San Lesmes y San Pedro en lágrimas, obra ésta muy influida por Ribera".

La organización de De Herrera a Velázquez permitió a Viar conocer a fondo la realidad cultural de Sevilla, incluida la casa de Mariano Bellver, donde descubrió "una colección extraordinaria de pintura costumbrista andaluza. La he visitado dos veces y es admirable. Cualquier museo estaría encantado de contar con esos fondos".

Sobre el Bellas Artes sevillano, cuyo proyecto de ampliación conoce, Javier Viar lamenta que "la crisis nos haya dejado sin presupuestos del Ministerio de Cultura para las obras. Es un problema que nos afecta también en Bilbao". Una pinacoteca que, por las condiciones excepcionales de violencia que sufre el País Vasco, tiene unas medidas de seguridad envidiables. "Corre a cargo de una empresa privada a las órdenes de un responsable máximo que sí es miembro de la plantilla del Museo. Contamos además con todas las medidas a nuestro alcance: personal de sala, alarmas en todas las obras, cámaras de vigilancia, escáneres y otros controles. Es un aspecto que los museos deben potenciar más y me consta que está detallado en el proyecto de ampliación del Bellas Artes sevillano. Lástima que haya sobrevenido esta crisis".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios