"Es difícil. ¿Qué grupo se podría traer después de U2?". Manuel Jiménez Barrios, presidente de la Sociedad Estadio Olímpico, rebota la pregunta al periodista que la formula. El lleno histórico que vivió el Estadio de la Cartuja el pasado jueves 30, con 80.000 espectadores siguiendo la evolución del 360º Tour de la banda dublinesa, pone el listó alto para futuras citas.

Al menos, en cuanto a poder de convocatoria se refiere. Tras las actuaciones de Héroes del Silencio, Madonna, Bruce Springsteen, AC/DC y los irlandeses, ¿qué podría ser lo próximo? "Nosotros acogemos los conciertos y estamos abiertos a la colaboración con las promotoras -dice Jiménez Barrios-. Las capaces de organizar este tipo de espectáculos no son más de dos o tres en todo el mundo. Ya saben que estamos aquí, y eso antes no era así. Antes éramos nosotros quienes las buscábamos a ellas; ahora son ellas quienes nos proponen a nosotros".

Jiménez Barrios saca pecho, comprensible, pero elude aventurarse. La razón es obvia. "En este momento se están negociando las grandes giras internacionales del próximo año -explica-. Suenan nombres, pero no hay ninguna gran gira anunciada todavía. ¿Los Rolling Stones? Podría ser, aunque insisto en que no hay ningún anuncio oficial hasta la fecha de que finalmente vayan a hacer esa gira".

Mientras las promotoras negocian y los fans deshojan la margarita, el recinto deportivo de la Isla de la Cartuja se postula, en cualquier caso, como un espacio idóneo para albergar espectáculos de este tipo. Probablemente, uno de los mejores de sus características en todo el país, pese a los problemas logísticos revelados con la evacuación del mismo, motivo de las mayores quejas por parte de sus usuarios en el concierto de U2.

La progresión del estadio como contenedor musical, estratégicamente ubicado además desde un punto de vista geográfico para atender la demanda de la mitad sur de la península, resulta tan espectacular como la propia naturaleza de los eventos acogidos. Sólo uno de sus grandes conciertos falló. Y fue por causas ajenas. "La acogida que tuvo el anuncio del concierto de Depeche Mode fue espectacular -evoca Jiménez Barrios recordando la cancelada actuación del grupo, tras la lesión de su cantante, Dave Gaham, en julio de 2009-. Después de la suspensión hubo conversaciones para intentar recuperarlo, pero de momento no se puede decir más", deja en e aire el directivo.

Sobre la noticia del desplazamiento parcial de una grada en el concierto de los irlandeses, Jiménez Barrios apunta que "el informe técnico, realizado esta misma mañana, corrobora la hipótesis inicial. Ha sido un desplazamiento mínimo, de entre ocho y diez centímetros, en dos tramos de ocho metros del sector 107 del graderío, sin duda a consecuencia del paso de los camiones de gran tonelaje para el montaje del concierto de U2. No es nada preocupante y en ningún caso peligroso -añade-. Se trata de volver a ponerlos en su sitio y asegurarlos".