ANTE el agrio debate suscitado en nuestra ciudad en torno a la sucesión del maestro Pedro Halffter al frente de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) y del Teatro Maestranza y la sensación de precipitación y poca madurez del proceso en sí, me animo a escribir estas líneas sintiéndome avalado por el hecho de ser uno de los pocos sevillanos que ha gestionado una orquesta, si bien modesta, durante un largo periodo de tiempo.

Comenzando desde el principio y por muy elemental que esta afirmación parezca, el objeto de este proceso de selección no es otro que el de encontrar un maestro que, dentro de nuestras actuales posibilidades presupuestarias, aporte a la orquesta su calidad como director, un proyecto artístico atractivo y un planteamiento económico que pudiera, partiendo de la viabilidad en el presente, situarnos en el marco ideal de convertir a la ROSS en una entidad rentable en el futuro.

De estos tres aspectos resulta primordial el primero, pues no sólo es imposible contar en su desempeño con la ayuda de otras personas, sino porque no cabe imaginar proyecto artístico ni empresarial de una cierta ambición con una orquesta limitada por la mediocridad de su director.

Respecto al proceso de selección de los candidatos, sabemos que habrá una comisión en la que estarán representadas las tres administraciones que financian la ROSS (Ayuntamiento de Sevilla, Junta de Andalucía y Ministerio de Cultura). Sin duda la conformarán personas cualificadas. Quisiera, sin embargo, señalar que la capacidad de un director para convertir a la orquesta en un gran instrumento, de ilusionar a los músicos -artistas también ellos- con su talento y de hacer que den lo mejor de sí mismos, puede ser sólo y exclusivamente juzgada desde dentro. Siendo esto algo fundamental y necesario, resulta, en mi opinión, inimaginable que pueda ser elegido un candidato sin la aprobación de los músicos y, mucho menos, claro está, con su oposición.

Partiendo de la base de que nuestras administraciones persiguen el bien común y no las alienta otro deseo que el de designar al candidato más capaz, y sin perder de vista que la persona que ocupe los cargos de Director de la ROSS y Director Artístico de Teatro Maestranza condicionará la vida musical de la ciudad durante los próximos años, sería deseable, ante algo de tal transcendencia, que pudieran conocerse públicamente tanto los criterios que se aplicarán en la selección, como el contenido de las distintas propuestas y la valoración de los candidatos tanto por parte de los músicos como de los representantes de las distintas administraciones. De esta manera, conocido el resultado, podremos todos aplaudir la ecuánime probidad de la comisión.

Si de resultas de este proceso la ROSS contara en el futuro con un director, el más digno de serlo, admirado y respaldado por los músicos y capaz de convertir al Teatro de la Maestranza en el motor cultural de la ciudad, todos nos congratularíamos.

Si, por el contrario, se impusiesen otras consideraciones, los ciudadanos tendríamos justo derecho a sentirnos defraudados.

Ventura Rico Castelló es músico y coordinador Orquesta barroca de Sevilla.

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