Fundada en la segunda guerra púnica, cuna de emperadores, pionera en un nuevo urbanismo romano y ahora, futura candidata a ser Patrimonio de la Humanidad. Itálica recupera el pulso que perdió hace años. El anuncio hecho esta semana, por parte de la Fundación Itálica de Estudios Clásicos, para que la antigua ciudad romana aspire a obtener tal declaración de la Unesco ha servido para que diferentes expertos en arqueología hagan una llamada de atención sobre el cierto "olvido" en el que había caído dicho recinto los últimos años y en la necesidad -tanto económica como cultural- de que se le coloque en el sitio merecido por su gran e innegable importancia.

Cuando alguien llega a Itálica (la zona visible, denominada nova urbs, puesto que la más antigua está bajo Santiponce) tiene la sensación de que entra en un descampado en el que se va a topar con una serie de "ruinas" romanas. Sólo la envergadura del anfiteatro hace tomar conciencia de la importancia que en su día tuvo el conjunto, pues en el enclave no existe una instalación que sirva de instroducción y explique al visitante la historia de esta ciudad, la aportación al urbanismo de la época y su importancia en la antigüedad clásica.

Ésta es una de las deficiencias sobre la que más tiempo llevan haciendo hincapié numerosos expertos que han trabajado en el conjunto. Uno de ellos es el antiguo director de Itálica y arqueólogo, Fernando Amores, quien se pregunta el motivo por el cual desde que las competencias en Cultura le fueran transferidas a la Junta no se ha instalado, al menos, "un centro de visitantes" que explique el valor de Itálica. "Lo tiene Baelo Claudia, en Cádiz, que atesora una gran importancia arqueológica pero muy lejos de la que posee esta ciudad que dio dos emperadores a Roma y que estableció un nuevo modelo urbanístico", explica Amores.

La falta de apoyo institucional se puso de relieve en un reciente plan director del conjunto -cuyo centenario como monumento nacional en 2102 cayó en el olvido- debido a las escasas inversiones, lo que limitó los trabajos de campo. "Sólo la universidad se ha volcado con Itálica, que sigue con un número mínimo de técnicos de la Junta", asegura este arqueólogo. Sin embargo, la llegada del nuevo director, Antonio Pérez, ha dibujado un horizonte de esperanza para este enclave. Fruto de sus gestiones son los dos proyectos -subvencionados por la Consejería de Cultura- que se van a ejecutar. Uno de ellos, ya en marcha, se centra en la denominada Casa del Patio Rodio (justo detrás de la casa del mosaico de los pájaros), y en ella participan la Universidad de Sevilla y la de Granada. Su dirección correrá a cargo de Fernando Amores.

El otro estará dirigido por la catedrática de Arqueología, Pilar León-Castro, y en él intervendrán profesionales de universidades inglesas que emplearán nuevas tecnologías que nunca antes se habían aplicado en Itálica. Los trabajos se iniciarán con una primera fase de prospecciones geofísicas en diversas zonas, como el Traianeum y Cañada Honda. "Una vez que se obtengan los datos comenzaremos una intervención tradicional y puntual, pero no grandes excavaciones", relata León-Castro.

El nombre de esta gran arqueóloga está unido al de Itálica. Discípula de Blanco Frejeiro -uno de los profesionales que más ha aportado a la investigación del recinto- dirigió una de las grandes excavaciones de este conjunto gracias a la cual se descubrió el citado Traianeum, un recinto de culto dedicado a los emperadores de origen italicense. León-Castro destaca que la llegada de Antonio Pérez a la dirección de Itálica y de su homóloga en el Museo Arqueológico, Ana Navarro, han dado un nuevo rumbo a la institución tras años de "sequía" en cuanto a prospecciones geofísicas en el recinto.

Más allá de la labor de las administraciones, esta catedrática en Arqueología hace un llamamiento a los sevillanos: "A mí entender muchos no valoran lo que poseemos en Itálica y se pierden las raíces de nuestra cultura, pues en la antigüedad clásica está nuestro origen, el que ha configurado Sevilla".

De ahí que destaque la labor que desarrolla Fundación Itálica para difundir la importancia de la cultura romana. Esta institución es la que ha propuesto que el conjunto sea declarado Patrimonio de la Humanidad, una meta difícil para la que han fijado una fecha: 2017, cuando se cumplen 1.900 años de la muerte de Trajano y de la ascensión como emperador de Adriano, ambos italicenses. "Itálica fue la primera ciudad fundada por romanos en la Península Ibérica, la cuna de dos grandes emperadores, por ello optamos a este título", recuerda Concha Cobreros, presidenta de la Fundación Itálica, quien incide en que la antigua ciudad romana "es una joya que está reconocida pero de la que aún falta mucho por descubrir".

El secretario de esta institución, Julio Mallén, se muestra mucho más crítico en cuanto al trato que ha recibido el recinto los últimos años. "Lo primero que necesita es salir de la desidia a la que la han sometido los políticos de la Consejería de Cultura durante mucho tiempo, en el que ha estado totalmente ignorada en los presupuestos pese a ser la primera ciudad romana fundada fuera de Italia", asegura. A este respecto, Mallén recuerda que la última "gran inversión" fue la de 1973, cuando se descubrió el teatro, que junto a las termas menores son los principales exponentes visibles de la vesta urbs, la cual se encuentra en el subsuelo de Santiponce, por lo que en esta zona sólo se pueden realizar prospecciones geofísicas e intervenciones muy puntuales cuando se reforma un solar de la localidad. Actualmente el 70% del conjunto arqueológico está por excavar.

Uno de los aspectos que durante varios años se sometió a debate fue la fórmula de gestión de Itálica. Actualmente depende directamente de la Consejería de Cultura, pero tiempo atrás -cuando se descubrió el teatro- estuvo en manos de un patronato del que formaron parte Manuel del Valle, Amparo Rubiales, Soledad Becerril y Manuel Clavero, entre otros. Para Mallén, sería "conveniente" adoptar esta fórmula, que actualmente la Junta "sólo le permite a la Alhambra, mientras nos la niega a nosotros, como hizo con la propuesta de consorcio, bajo el que funciona el conjunto arqueológico de Mérida". El secretario de la Fundación Itálica considera oportuna esta opción al hacer partícipes e implicar a varias administraciones: Junta, Diputación y Ayuntamiento de Santiponce, consistorio que ha respaldado la propuesta de la citada institución.

Mallén también reconoce que la llegada de la nueva dirección ha abierto un "prometedor horizonte, por su capacidad y constancia", pero incide en que esta responsabilidad no puede condicionarse a los mandatos. "Cuatro años resultan insuficientes para plantear grandes proyectos. El director de Medina Azahara, en Córdoba, lleva 12 años en el cargo, periodo suficiente para desarrollar importantes investigaciones", apostilla.

En cuanto a la merma de inversiones que sufre este conjunto, Antonio Pérez, director de Itálica, relativiza la disminución al asegurar que se trata de "planificar", pues "se gestiona de la mejor manera posible todos los medios a nuestro alcance". Al margen de los proyectos mencionados, Pérez añade que en el recinto se continúa con la recuperación de los mosaicos y con la investigación del teatro romano. También destaca las diversas actividades para incentivar turísticamente la zona, como los contactos permanentes con touroperadores para que Itálica se incluya en las rutas, la presencia cada vez mayor en las redes sociales, la mejora de la accesibilidad para discapacitados, las visitas escolares y la recreación de campamentos romanos.

Falta ahora por saber el apoyo que la propuesta de la Fundación Itálica tendrá por parte de la Consejería de Cultura, que ya ha confirmado que pone a disposición a sus especialistas para asesorar en la elaboración del expediente que la administración regional elevará al Ministerio de Cultura para que luego sea presentado ante la Unesco. Una carrera de fondo con la que Itálica recupera el pulso de la historia.