Se confirmaron las peores previsiones. El agua acabó inundando las casas de los vecinos de Lora del Río, localidad en la que el desembalse de los pantanos ha provocado que el Guadalquivir se desborde hasta anegar 73 viviendas en los barrios de la Alameda del Río y Nueva Sevilla. No fueron los únicos hogares que tuvieron que ser abandonados por sus residentes, también lo hicieron otras 80 familias loreñas tras ser alertadas por el Grupo de Emergencia de Andalucía (GREA), dentro del dispositivo provincial que se activó en la tarde del martes ante el riesgo de que los medios locales resultaran insuficientes. En los municipios de Tocina y Constantina y en la pedanía utrerana de El Palmar de Troya Protección Civil también desalojó un total de 17 casas de forma preventiva.

Lora del Río amanecía ayer inundada de agua hasta la cota máxima que recuerdan los vecinos del municipio, donde se ha habilitado un puesto de mando avanzado (PMA). El caudal del Guadalquivir alcanzó los 1.024 metros cúbicos por segundo. Se trata de la mayor crecida que se recuerda en el último medio siglo, lo que provocó la consiguiente anegación de las casas ubicadas en los barrios de la Alameda del Río y Nueva Sevilla. En este último enclave la zona residencial más afectada ha sido la de la Virgen de Setefilla, donde sus ocupantes levantaron tabiques en las puertas para evitar que al agua entrase y afectara a los pocos muebles que quedaban dentro, ya que la mayoría habían sido trasladados a la planta alta o a otros locales.

Los vecinos de este barrio empiezan a cuestionar la licencia urbanística para construir edificios en este lugar, a todas luces inundable. "Firmé inconsciente los papeles de la casa porque nadie me advirtió que esto podía suceder", declaró Joaquín Moreno a Europa Press. El alcalde de Lora del Río, el socialista Francisco Reinoso, asegura que ya se está trabajando para construir el muro de contención prometido en 1997 y que ha demorado por la oposición de los Ecologistas. El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, y la delegada del gobierno de la Junta en Sevilla, Carmen Tovar, recorrieron ayer esta zona.

En Tocina se vivió una situación similar. En este municipio 22 viviendas han tenido que ser desalojadas de forma preventiva ante la crecida del río, que anegó una vaqueriza en la calle San Antonio y un polígono industrial en la calle Mesta. Otro municipio donde también se produjeron desalojos fue Constantina (dos familias), así como en la pedanía utrerana de El Palmar de Troya (cinco familias, que ya han vuelto a su casa.

En la capital, el dispositivo controla el cauce del río en las inmediaciones del Charco de la Pava, la zona inundable de la ciudad. En Camas el agua cubrió toda la vía verde que une este municipio con San Juan de Aznalfarache, donde se han visto afectadas las instalaciones de la antigua discoteca La Recua. La previsión que maneja la Delegación del gobierno de la Junta es que el caudal del Guadalquivir baje hoy.

Por otro lado, en Écija se recupera la calma al descender el nivel del Genil, que prácticamente llegó a cubrir el puente romano de la localidad el martes, cuando alcanzó su máximo histórico.