Deportes

La pesada losa de Oliver

  • Contratos de patrocinio a la ligera, modificaciones en los de los futbolistas, altas y subidas de sueldo a última hora, un lastre para el actual consejo · Obras costosas, comisiones y facturas, gastos sin retorno.

Mientras sigue pavoneándose de una gestión deportiva que no le corresponde en su totalidad y con la media verdad de no decir qué dinero ha costado y cuál se ha esfumado en comisiones en la limpia habida en el vestuario, el actual consejo de administración se las ve y se las desea para hacer frente al incremento de la masa salarial provocado por Luis Oliver, al tiempo que se rebana los sesos en tratar de finiquitar o mejorar alguno de los contratos rubricados en su etapa, con la connivencia de los distintos presidentes de la entidad, y que fueron negociados a la ligera y en condiciones desfavorables para el Betis.

Con la ayuda de la Ley Concursal, y a la espera de si en el futuro el anterior consejo deberá responder por algunas actuaciones, el que sigue es un resumen de las actuaciones del navarro durante su populista y oscuro mandato.

Los contratos del Betis

Al margen del contrato firmado con Rbb para las prendas deportivas, que data de la época de Lopera, al actual consejo le han llamado la atención algunos más. Por ejemplo, el club tiene cedida la publicidad al grupo Ipunto, entre ellas la de Cruzcampo, cuando el propio club tiene un acuerdo con la cervecera. Más de uno se pregunta: ¿Se necesita para ello un intermediario? Con el famoso columbario, se necesitaría para el buen fin del proyecto que el club se involucrase con la idea y lo hiciese llegar a sus socios, algo que nunca hará mientras que Giem Sports, la empresa que lo explota, se lleve el 80% y deje las migajas para el Betis. Curiosamente, fue el intermediario Tente Sánchez quien puso en contacto a la empresa con el Betis y habló primero con Rafael Gordillo, pero éste no era presidente del club y se declaró incompetente ante su amigo, que seguidamente contactó con Oliver.

El contrato con Miapuesta.com también se trata de mejorar en la actualidad, mientras que el suscrito con Seat tampoco es del todo satisfactorio. Como ejemplo, valga reseñar que el Betis dispone de dos vehículos cedidos por la marca y otros clubes, aunque de Primera División, tienen hasta una decena.

En la reunión del consejo de administración del lunes, los administradores concursales se informaron de primera mano de este duro hándicap en el caminar diario de la entidad verdiblanca, que se afana con denuedo no sólo en anular o mejorar estos contratos sino en suscribir otros en favor de la sociedad anónima.

Modificaciones a futbolistas

Hasta horas antes de la Junta General Extraordinaria del 13 de diciembre, Oliver despachó con diversos futbolistas para modificar de alguna manera sus contratos y sólo en favor de éstos. Lo hizo con futbolistas que ya pertenecían a la plantilla la temporada anterior y con los que el club mantiene deudas: primas, renovaciones, subidas de sueldo, cambios en los conceptos por los ingresos a percibir...

Si las gravosas renovaciones a Arzu y Fernando Vega, éstas por obra y gracia de Lopera, no fuesen suficientes, Gordillo y su gente se hallan ahora ante un tema sumamente espinoso, ya que sería impensable dar un paso atrás en este sentido jugándose el club deportivamente lo que se juega.

De acuerdo el consejo con la renovación del actual cuerpo técnico del primer equipo, las cantidades a percibir en algún caso también son valoradas por encima de las posibilidades del Betis aun en Primera.

Nuevas contrataciones

El consejo actual se ha visto obligado a despedir a diversos empleados afines a Oliver y contratados en la época de éste, como los dos responsables del museo a prueba y otros, que ganaban más dinero que gente con años en el club. Finidi también es un problema: se llevó unos vídeos a Palma de Mallorca que en la secretaría técnica ni saben para qué, no coge el teléfono por norma a empleados o consejeros del club que lo han llamado y pretendía irse unas semanas a África para presenciar un campeonato de selecciones inferiores. En el club le han negado la posibilidad y estudian cómo quitárselo de encima porque no tiene una tarea definida y se considera costoso e innecesario. Oliver lo firmó de cara a la galería.

Subidas de sueldo

El actual consejo entiende que Oliver subiese algunos sueldos bajos a su llegada, como el de utilleros y gente que no llegaba a mileuristas, pero no lo que hizo una semana antes de irse, con empleados bien pagados a los que dejó mejor pagados sólo para perjudicar a los nuevos inquilinos de la planta noble, ya sea por verse obligados a abonar onerosas nóminas o dificultados en caso de que decidiesen efectuar algún despido más. También temen los consejeros actuales que Oliver quisiese ganar amigos con esa medida para estar permanentemente informado de lo que ocurre en el club, aunque el navarro ha fracasado en este sentido pese a que desde su llegada sólo dos empleados de mantenimiento no han visto elevados sus emolumentos.

Obras onerosas

La viabilidad de las obras de la ciudad deportiva no justifica el dinero que se pagó por ellas, en opinión de expertos consultados por el actual consejo o en opinión del propio Rufino González, ex consejero que dimitió, entre otras cosas, porque juzgó infladas las cantidades pagadas en su día. En el caso del museo, dos estrechas salas separadas por paredes de pladur, ocurrió igual. Encima, las obras se hicieron mal, aprisa y corriendo y éste se inundó con las últimas lluvias.

Comisiones y facturas

Hay más gastos sin posible retorno efectuados por Oliver, como las comisiones pagadas en las rescisiones de los contratos de Sergio García (500.000 euros) y Mehmet Aurelio (300.000) o las facturas que cada día aparecen en el club relativas a viajes, estancias en hoteles, gastos de llamadas de teléfonos móviles o comidas, que en la época del navarro fueron abundantes y en muchos casos injustificadas a decir del nuevo gobierno de la sociedad anónima.

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