La estación de autobuses del Prado de San Sebastián no cerrará finalmente el 1 de enero, tal y como había anunciado hace apenas una semana el Ayuntamiento de Sevilla. La presión de la Junta de Andalucía para mantener abierta la terminal se ha traducido en una marcha atrás del Consistorio, que ha aplazado sine díe el cierre de la estación. El edificio seguirá abierto y con el servicio actual al menos hasta que ambas administraciones se reúnan para tratar el asunto y alcanzar algún acuerdo. Para ello todavía tendrán que pasar como mínimo varias semanas, ya que la reunión no dispone ni siquiera de fecha. 

La suspensión del cierre se produce después de que la Junta así se lo requiriera al Ayuntamiento. La Consejería de Fomento y Vivienda considera que la clausura de la estación supone un grave perjuicio para el interés de sus usuarios y para la movilidad en la ciudad y el área metropolitana. "Con el cierre acordado de forma opaca, inflexible y repentina, Sevilla perdería innecesariamente un núcleo fundamental de su sistema de movilidad y un enlace con la Línea 1 del Metro", explicó este jueves la delegada provincial de Fomento y Vivienda, Granada Santos. 

La representante de la Junta se refirió al acuerdo del Pleno municipal del 9 de noviembre de cerrar la estación "a la mayor brevedad posible", que se tradujo en el posterior anuncio de la suspensión de la actividad a partir del 1 de enero. "Desde que adoptó aquel acuerdo, el Ayuntamiento se ha limitado a informarnos someramente de cuáles serían las paradas alternativas, sin explicar en qué modelo se insertan, desoyendo hasta dos reclamaciones de información realizadas por la Consejería, cuya respuesta sería fundamental para poder formarnos un juicio completo que el cierre de la estación tendrá para los viajeros". La delegada de Fomento calificó la actitud del Ayuntamiento de "apresurada y carente de diálogo y lealtad institucional". 

La versión municipal es bien distinta. Fuentes del gobierno local explicaron a este periódico que la Junta debe dejarse de "criterios partidistas" y recordaron que el 15 de octubre se celebró una reunión entre representantes del Ayuntamiento y el director general de Movilidad de la Junta. En este encuentro, en el que también estuvieron presentes el director gerente del Consorcio de Transportes de Sevilla y el coordinador de Consorcios de Andalucía, se planteó el traslado de las líneas del Prado y se acordó que las de largo recorrido tuvieran su nueva terminal en Plaza de Armas. Las de Cercanías se mantendrían en el entorno del Prado, en paradas de nueva creación. 

A diferencia de lo que opinan los responsables de la Consejería de Fomento, los responsables del área de Movilidad del Ayuntamiento consideran que el cierre de la estación tendría un impacto mínimo en el tráfico de la ciudad y no supondría ningún perjuicio para los viajeros. Así, de las siete líneas que aún quedan en el Prado, tres de Cercanías se quedarían en la avenida de Portugal, dos irían a Plaza de Armas pero continuarían haciendo parada a la ida y a la vuelta en la avenida de Portugal o en el Costurero de la Reina. Sólo dos de las siete líneas irían directamente a Plaza de Armas, y serían las líneas de mayor recorrido, con menor número de viajeros. 

Las líneas que tendrían su terminal o paradas intermedias en la avenida de Portugal son, según el Consistorio, aquellas cuya frecuencia y tipo de usuario "no hace absolutamente necesario los servicios de una estación". De hecho, estas líneas cuentan ya con otras paradas intermedias en distintos puntos de la ciudad, como la avenida de Andalucía o el Hospital Virgen del Rocío. Estarían por tanto en la misma situación que otras muchas líneas como las de los autobuses de Dos Hermanas, Alcalá, Mairena, Carmona o todo el Aljarafe, que cuentan con una demanda muy superior a las afectadas por el cierre de la estación del Prado. 

El Consistorio asegura que cuenta con el visto bueno de las empresas de autobuses, que ha informado de todo ello a la Junta y que está a la espera de que sea ésta quien convoque una nueva reunión para tratar el asunto. Tras el requerimiento de la Junta para posponer el cierre de la estación, el Ayuntamiento envió a la administración autonómica un informe sobre el traslado de las líneas a Plaza de Armas. 

En este documento se detalla que actualmente la estación del Prado recibe 1.800 viajeros al día, una cifra tres veces inferior que la de cualquier línea de Tussam que tiene su terminal en la plaza del Duque. La estación del Prado, que cuesta un millón de euros al año, tiene actualmente una ocupación inferior al 50% de su capacidad real. En los últimos años varias líneas que tenían en ella su terminal se han ido trasladando a la estación de Plaza de Armas. Para el Consistorio, el cierre del Prado sólo supondría un incremento de cinco autobuses por hora en Plaza de Armas, algo "inapreciable" para esta estación. Los responsables de Movilidad del Ayuntamiento tampoco creen que cause "afección alguna al tráfico". 

Al ser un edificio de titularidad municipal, el Consistorio puede cerrar la estación cuando considere oportuno. Sin embargo, es la Junta la que tiene las competencias sobre los transportes cuyo itinerario se desarrolla íntegramente en territorio andaluz. De ahí que sea necesario el visto bueno de la administración regional para el traslado de las líneas del Prado a Plaza de Armas.