Sevilla

Operación cobre: 90 detenidos en seis meses

  • La Policía Nacional intensifica la vigilancia sobre los ladrones de cobre y recupera todo tipo de material robado, desde tendido eléctrico hasta señales de tráfico.

Señales de tráfico, quitamiedos, tornillos y tuercas del tendido ferroviario, hilo telefónico, cables de la luz eléctrica y del alumbrado público, arquetas, alcantarillas, motores, baterías... Todo esto forma parte del material recuperado por la Policía Nacional en el primer semestre del año, dentro de la operación Cobre, que este cuerpo de seguridad mantiene abierta desde hace ya varios años. Entre enero y junio de 2013 han sido detenidas 90 personas sólo en la provincia de Sevilla por su presunta participación en robos de cobre y otros metales y por receptación, es decir, la compra de esta mercancía a sabiendas de que ha sido robada.

Entre los detenidos hay ladrones, pero también chatarreros y empleados de distintas empresas que han sufrido los robos. Una de las últimas sociedades afectada por este problema fue la empresa adjudicaría del alumbrado público de la ciudad, tres de cuyos trabajadores fueron arrestados por la Policía. Los empleados se pusieron de acuerdo con dos empresarios dedicados al reciclaje de metales para sustraer y revender 1.178 kilos de hilo de cobre, por el que obtuvieron 3.228 euros en el mercado negro.

Los trabajadores detenidos habían incluso utilizado el número de DNI del encargado para revender el cobre robado en las chatarrerías, ya que estos negocios están obligados a llevar un libro de registro de las ventas que está a disposición de la Policía. En otros casos, los ladrones pagan 20 euros a indigentes o personas sin recursos a cambio de que éstos les cedan su identidad para registrar la venta.

El volumen de cobre que se mueve en el mercado negro es tal desde hace unos años que la Policía tiene una unidad específica para luchar contra estos robos. Es el Grupo VIII de la brigada provincial de Policía Judicial de Sevilla, que ha cosechado unos resultados excelentes desde su puesta en marcha. En los primeros seis meses del año, esta unidad recuperó más de 13.000 kilos de cobre robado.

En el primer trimestre fueron 3.188 los kilos recuperados, además de 22 motores eléctricos; 70 kilos de baterías de telecomunicaciones; 750 kilos de puntales de hierro procedentes de obras; otros 10.000 kilos de paneles de encofrado, también de hierro; 210 kilos de llaves de paso del agua, de aluminio; cuatro baterías de transformación de empresas de telefonía; así como otros rollos de cable de cobre cuya cantidad no se ha podido precisar. Entre enero y marzo de 2013 el número de detenidos fue de 51.

Entre abril y junio se recuperó más metal, pero hubo algunos detenidos menos. En total la Policía intervino 9.857 kilos de cobre, a los que hay que sumar otros 7.820 kilos de señales de tráfico y de quitamiedos sustraídos por toda la provincia. También se recuperaron en este periodo tornillos y tuercas de la vía del tren y arquetas de telefonía. En estos tres meses el Grupo VIII investigó 73 denuncias por robos de este tipo, de los que 48 fueron en la demarcación de la Policía Nacional (Sevilla capital, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, Écija, Morón de la Frontera, Coria del Río, Camas y San Juan de Aznalfarache), 21 de la Guardia Civil (el resto de la provincia) y otras cuatro procedentes de policías locales. El Grupo VIII detuvo a 39 personas entre abril y junio.

Entre los lugares en los que se han recuperado cobre destacan chatarrerías de toda la provincia y un amplio listado de ubicaciones: los polígonos Store y Carretera Amarilla, Alamillo, La Rinconada, El Vacie, las Tres Mil Viviendas, el Charco de la Pava, Santa Clara, Alcalá de Guadaíra, Aznalcázar, Dos Hermanas, Camas, Écija y Morón de la Frontera. En Peligros (Granada) y Almendralejo (Badajoz), la Policía también ha encontrado cobre sustraído en la provincia de Sevilla.

Los agentes del grupo especializado en la lucha contra el tráfico ilegal de este metal también han realizado este año una operación en la planta de reciclajes RMD, ubicada en Aznalcóllar, donde en el año 2011 se desarrolló la mayor intervención de cobre de la historia de la provincia de Sevilla. En aquella ocasión, la Policía intervino más de cien toneladas de cobre robado en un sólo golpe. Es decir, en un único servicio, los agentes requisaron más metal que en el año y medio siguiente, de ahí que las estadísticas indiquen un descenso en lo que se refiere a la cantidad total intervenida. Plantas de reciclaje como ésta son los principales compradores del cobre a los chatarreros, que son quienes a su vez lo compran a los ladrones o a los empleados desleales de las compañías víctimas de los robos.

La mayoría de las denuncias proceden de Alcalá de Guadaíra, precisamente por ser la localidad con una mayor zona industrial de la provincia. Muchos de los robos de cobre se han dado en los polígonos industriales de Alcalá, donde también se han registrado numerosas sustracciones de arquetas, que los ladrones dejaban al descubierto, con el consiguiente riesgo para los viandantes y los vehículos que circulaban por el recinto industrial.

A raíz de la proliferación de este tipo de robos, la comisaría de la Policía Nacional en Alcalá de Guadaíra estableció un dispositivo de vigilancia en los polígonos que dio sus frutos con casi treinta detenidos en un año sólo en los recintos industriales del término municipal alcalareño. Ya antes se había puesto en marcha un sistema parecido en los polígonos industriales, coordinado por la comisaría de Sevilla Este, que había dado también muy buenos resultados reduciendo a la mitad el número de robos denunciados en los recintos industriales de la capital andaluza.

El incremento del valor del cobre, que se paga a entre tres y cuatro euros el kilo, ha provocado que surjan bandas internacionales especializadas en este tipo de sustracciones. Muchas de ellas proceden del este de Europa, especialmente de Rumanía. Son bandas que se mueven en furgonetas por distintas provincias y roban en todo tipo de instalaciones. En la avenida de Carlos III fue desmantelada una banda que había sustraído casi 3.500 metros de cable de cobre de una planta fotovoltaica de la provincia de Huelva.

En las últimas semanas los robos se han cebado con el alumbrado público. A principios de agosto, la sustracción de más de 6.000 metros de cable en Palomares del Río dejó sin luz eléctrica a parte del municipio. En concreto, la zona más afectada fue la urbanización La Laguna, donde el 30% de las calles se quedaron sin la luz de las farolas durante aproximadamente una semana. Los robos en este pueblo se han sucedido durante todo el verano, pero se han multiplicado a finales de julio y principios de agosto.

El 5 de agosto, tres individuos fueron sorprendidos por la Policía Local de Tomares cuando robaban 5.000 metros de cable, también perteneciente al alumbrado público del municipio. Los ladrones robaban el cableado a plena luz del día, a las cinco de la tarde, cuando un vecino los vio y llamó a la Policía Local alertando de la presencia de varios individuos que sustraían el contenido de una arqueta de la avenida de la Aurora.

Todo este cobre sustraído se funde en las plantas de reciclaje de metal y acaba en China, país que mantiene una fuerte demanda de este metal. El robo de cobre también supone un grave perjuicio para el medio ambiente, ya que la quema del mismo genera un humo muy denso y extremadamente tóxico.

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