Sorpresa, resignación , indignación pero también comprensión. Los principales detractores de la construcción de la Torre Pelli reaccionaron ayer con sentimientos encontrados ante el anuncio del Ayuntamiento de que propondrá la Plaza de España y la Torre del Oro como Patrimonio de la Humanidad.

Uno de los más críticos fue el arquitecto Fernando Mendoza, un auténtico especialista en patrimonio y responsable de la ejemplar restauración de la Iglesia del Salvador. Mendoza aseguró no comprender muy bien la propuesta, respecto a la Torre del Oro, un monumento "totalmente fastidiado por la Torre Pelli". Sin embargo, se mostró mucho más comprensivo con la candidatura de la Plaza de España, que, en su opinión, "se merece la denominación sin duda. Hay muchos monumentos mundiales que tienen una calidad y un significado muy inferiores".

Mendoza fue muy duro con la Unesco, una organización por la que dijo no sentir "ningún respeto" tras la actitud mostrada en el conflicto de la Torre Pelli. Para el Encuentro Internacional de Arquitectura Contemporánea en Ciudades Históricas también tuvo palabras sarcásticas: "Para estudiar la integración de la arquitectura moderna en los centros históricos lo único que hay que hacer es ver la Torre Pelli y ponerla al revés. Supera la altura y el volumen, cambia la textura, las relaciones con el entorno y el paisaje histórico, satura el tráfico... Un edificio bien integrado y de vanguardia se podría hacer aplicando justo los parámetros contrarios a la Torre Pelli", dijo el arquitecto sevillano.

Por su parte, el profesor de Geografía en la Universidad de Sevilla y miembro de Icomos Víctor Fernández Salinas mostró cierta amargura e ironía. "Demasiado tarde, no sé a que viene esto ahora. La propuesta de dos monumentos sueltos no tiene ningún sentido. La propuesta debería estar mejor fundada".

AsimismO, la presidenta DE Icomos-Portugal, Ana Paula Amendoeira, mostró su sorpresa porque no hubiese entre los ponentes ningún miembro de Icomos España y su disgusto por la falta de espacios para el debate tras las intervenciones.