Calle Rioja

La cuadriga que le ganó al Ferrari

  • Foro Al-Andalus. Pilar León critica la indefinición de los políticos con Itálica y la ausencia de una cultura del mecenazgo como la que Botín ejerció en la villa romana de Adriano.

LA nueva epístola moral a Fabio diría así: "La idea de que todo tiene que seguir saliendo del Estado no sólo es injusta, sino que ha pasado a la historia". El diagnóstico corresponde a Pilar León, que ayer inauguró en el hotel Al-Andalus el nuevo curso de charlas con enjundia del Foro Al-Andalus. Estos, Fabio, ay dolor... Si algo le duele a esta profesora, discípula de Blanco Freijeiro, maestra de tantos, es la incertidumbre sobre la primera fundación española de Roma, Itálica, "un yacimiento que cualquier país serio del mundo se pirraría por mantener y explotar".

Nunca ocho kilómetros, los que separan Sevilla de Itálica, han sido tan insalvables para rentabilizar las posibilidades de este yacimiento de cultura y de historia, dos de los minerales inmateriales más valorados por quienes salen de su casa o de su país en busca de emociones fuertes. Pilar León dirigió el proyecto internacional de Villa Adriano, el lujo que el emperador sevillano se construyó a 28 kilómetros de Roma. Las excavaciones las sufragó la Fundación Marcelino Botín. Un día recibieron la visita en persona de Emilio Botín. "Le dije a Botín que yo era capaz de ganarle más dinero con esas ruinas que Fernando Alonso con su Ferrari".

Los historiadores Alfonso Lazo y José Manuel Macarro, los pintores Juan Lacomba y Manuel Arcenegui, los académicos de Buenas Letras Enriqueta Vila y Rafael Valencia, los catedráticos de Literatura Rogelio y José María Reyes Cano acudieron al hotel que dirige Alberto Blanca. Probaron una exquisitez gastronómica que parecía un homenaje a las teselas de Itálica, tortillitas de camarones con sorbete de manzanilla.

Entre los asistentes, Manuel del Valle, que antes de ser alcalde de Sevilla presidió la Diputación Provincial, época que Pilar León evocó como la última "de brillo y esplendor" de Itálica, con la única salvedad posterior del mandato de José Guirao como director general, que después pasaría a dirigir el museo Reina Sofía.

"Estamos perdiendo el tiempo y el dinero", dice Pilar León. Lamentó que no exista "una cultura del mecenazgo". "Se han hecho cosas magnas, grandiosas, no sabemos si empezar por las Atarazanas o la Fábrica de Artillería". "Cuando dicen que la ciencia, el progreso y el I+D será la solución de todo es un cuento chino".

Uno de esos cuentos se lo contaron a la propia Pilar León. "A comienzos de 2012 presentamos a la Junta de Andalucía un proyecto de excelencia con la flor y nata de los arqueólogos españoles, europeos y occidentales, porque había de Estados Unidos, y todavía no sabemos nada. Un día llamé y una señorita que me atendía dijo: Parece que falta poquito. Y hasta hoy".

Un historiador haciéndole a la arqueóloga una pregunta de Historia. Alfonso Lazo le pidió detalles de la relación entre Itálica e Hispalis. "Itálica es la primera fundación de Roma en Hispania, pero Sevilla había sido fundada en el siglo IX antes de Cristo, Itálica era una advenediza, pero traía el mármol y las fábricas".

La bella durmiente, como le gusta llamarla, está despertando de su letargo, y dice Pilar León que sus actuales gestores no se librarán de una renovada y más cruda epístola moral "si creen que por vieja, por arqueológica, va a seguir durmiendo. Ya ha dejado de ser crisálida".

Itálica sería un yacimiento más, uno de los muchos de que se tiene constancia en la Península de no haber sido la cuna de dos emperadores. "Es una ciudad con ángel. Eso disparó la euforia, la apoteosis". Y embarcó a la ciudad romana a una crisis con unos derroteros parecidos a los actuales. "Itálica pidió el estatus de colonia. Vinieron los marmolistas, arquitectos y artesanos que trabajaban en Roma. Igual que Pericles en Atenas cada vez que veía un problema lo solucionaba con otro Partenón, en Itálica pasó algo parecido. Se produce la muerte del emperador, la caída de la oligarquía y quedan edificios sin terminar. No es que se acabe el esplendor. Lo desmontan".

Las élites se van a Roma, el capital humano, los que mueven las ideas, las formas de producción. "Aquí queda otra Itálica, otro mundo. El esplendor fue sustituido por lo que hoy llamaríamos el paro, la indigencia, el lumpen".

Pilar León recogió el guante de Rogelio Reyes de la aportación de los escritores para popularizar Itálica y la arqueóloga centró parte del mérito contemporáneo en el trabajo de Jacobo Cortines. El alarde del "paisaje en ruinas", un marketing renacentista de gente que ya preveía el fenómeno de unos turistas que para ver las secuelas de este esplendor tienen que coger un autobús en plaza de Armas o sin moverse de Sevilla ver las piezas de la colección de la condesa de Lebrija incluidas en el circuito turístico de la ciudad por la marquesa de Méritos, presidenta de la Academia de Bellas Artes.

"No son alharacas de arqueólogo". Pilar León llega con su cuadriga más lejos que el Ferrari de Fernando Alonso. Manuel del Valle recordó a Carande, Carriazo y De la Peña Cámara. La nueva arqueología es carísima. "Ya no hay que excavar con los sistemas del georradar que evitan la agresión". Itálica. A ocho kilómetros de Sevilla. A muchos menos de Santiponce, con los yacimientos en medio del cementerio. Cultura viva de durmiente despierta.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios