Cabalgata de reyes 2014

'Numerus clausus' en la Universidad

  • El efecto más 'oriental' se producía en la Alameda, cuando los caballos coincidían con los dromedarios. Los Reyes Magos, para no volver con Herodes, buscaban Triana por Trajano.

La primera carroza es la estatua ecuestre del Cid Campeador, ese regalo de la Hispanic Society a Sevilla que presidía la salida de la Cabalgata. La alianza de civilizaciones en su más sublime manifestación: el abrazo de Al Mutamid a Rodrigo Díaz de Vivar. Otra alianza curiosa es el paso de los coches de Syrsa Renault, patrocinadores del evento, por el bar Citroen, uno de los referentes de la Exposición del 29. Cumplía 11 años la Cabalgata el año del certamen. Su mayoría de edad simbólica, los 18 años, coincidió con el año de la guerra civil.  

La glorieta del Cid es un magnífico escenario para presenciar la salida del cortejo real. Muchas cámaras digitales, algunas analógicas. Padres que corren detrás de las carrozas en las que van sus hijos y se desgañitan llamándolos. "¡Laura!, ¡Laura!". Entre ellos, un empleado de la Casa del Libro, que anoche sugería a sus majestades en el escaparate los últimos títulos de Vargas Llosa y de Pérez-Reverte, beduinos de las letras, uno de Arequipa, otro de Cartagena.

Los Reyes Magos proponen una revolución pedagógica: cientos de niños entran en la Universidad, la rodean con el foso por testigo para ir colocándose en las diferentes carrozas. De la Fábrica de Tabacos salen las Cigarreras de Oriente. Y después los Gitanos de Oriente. La ciudad en la que surgieron revistas como Grecia o Mediodía reedita todos los años, desde hace casi un siglo, la Revista de Oriente, orteguiana réplica para esta explosión de sueños y de ilusión.

Reyes Magos que hacen ecumenismo con otras cabezas bien coronadas. "Deben ir por Recaredo". "Ya están en Trajano". Se hacen visigodos, se vuelven romanos, siempre, siempre, sevillanos. Dos monjas vuelven al convento por la Avenida de la Constitución después de haber visto la salida. Numerus clausus en la Universidad. Primero, la caballería, que deja a un lado el pabellón de Portugal del 29, país que ayer lloraba a Eusebio, Baltasar de Mozambique, mago del balón, país vecino al que llegaron sus majestades, por Castro Marim y Vila Real de Santo Antonio, en barco desde Ayamonte.

Las carrozas son barcos que navegan por un mar de niños. Suena la música, sea Bob Esponja o los Payasos de la Tele, y con el ritmo los padres se convierten en émulos de animales marsupiales que saltan con sus niños en lo alto: en brazos, sobre su cabeza. Niños de pecho, niños de piernas, que corren de un lado a otro. Niñas como Clara, que asiste, un año y un mes, a su primera Cabalgata, con su madre, Susana. La abuela está en Panamá.

¿Cuántas fotos habrá hecho este hombre de la Cabalgata? Antonio Sánchez Carrasco ha perdido la cuenta. Le gusta más la perspectiva de la gente que la oficial con permiso y acreditación. Manuel Sáenz, director de la Cabalgata, va al frente del cortejo. Dicen, parece que se lo escucharon a Paco Robles, que la primera parte del itinerario es el recorrido de la Macarena y el segundo la vuelta de la Trianera. El dualismo también en la Epifanía.

Con punto de partida desde las inmediaciones de la capilla de los Estudiantes. En la Resolana, hubo padres que reservaron mesa para comer en el restaurante de la Torre de los Perdigones para ver de cerca el gentío. En la calle Feria engalanaron balcones. En la esquina con Antonio Susillo, un grupo de adultos, algunos con evidentes signos de ebriedad, estorbaban a los niños, se metían entre los músicos, disfrazando de alegría la melopea. Tampoco era muy edificante que algún miembro del equipo de seguridad cumpliera su cometido con un botellín de cerveza en la mano.

La parte más oriental del recorrido es cuando la Cabalgata roza la Alameda para entrar por Trajano. Allí hay niños que dan un paseo en dromedario, dándole realismo al episodio de la jornada. Y padres aupados en los marmolillos para verlo mejor. Camellos y dromedarios que llegan desde el reino de Saba con sus cargamentos de mirra y de incienso en la lectura del día del Libro de Isaías. En el Evangelio según san Mateo, evangelista de Pasolini convertido en guionista de la Cabalgata, un oráculo en sueños convence a los Reyes Magos para que no vuelvan al palacio de Herodes. Mejor seguir por Trajano, que era de Santiponce. En la iglesia se oyen pisadas con restos de caramelos. Sale de misa de ocho Rogelio Trifón con Blanca, su esposa, y con su hija. Hace 38 años decidió que no volvía a abrir la Flor de Toranzo un 5 de enero. Y no por coincidir con el cumpleaños de Juan Carlos I, el rey mago de la transición que nació en Roma cuando tenía lugar la batalla del Ebro.

En Trajano el hotel Venecia se ha convertido en un mirador de la Cabalgata. En la Plaza del Duque, con las carrozas ya camino de Triana, hay bastantes personas, en especial turistas, que contemplan el fenómeno como si de un espectáculo se tratara: el baile de los empleados de Lipasam para dejar el asfalto sin la dulce rémora de los caramelos. Pasan primero las máquinas y después la infantería naranja. La Fura dels Baus e Israel Galván no lo mejorarían.

"¿Dónde lo váis a ver? ¿Donde la churrería del año pasado?", pregunta una madre por el móvil. Vienen de Oriente sin pasar por Luis Montoto, donde los Reyes le echaron tres goles al eterno rival del hombre que asiste al rey Baltasar. A primera hora de la Cabalgata, entre la gente se ven bufandas de Nervión de la matinal.

Tampoco pasa por la Avenida, pero se ha suspendido el servicio del Metrocentro. Hay quien viene de verla y quien la busca por otros derroteros. Peatones por las vías del tranvía. Manuel Loreto, saetero, antaño armao de la Macarena, departe con unas gitanas de las que leen la buenaventura sin conocer a Durruti. Por la misma senda, junto a la Catedral ajena de esta carrera oficiosa, pasea el pintor Ricardo Cadenas. La Epifanía es uno de los motivos pictóricos más representados. Y en el ámbito literario sólo Alejandro Dumas con los tres mosqueteros igualó esta perfección argumental del triángulo. Reyes Magos cuyas misteriosas iniciales aparecen en la novela de Sandor Marai Último encuentro.

La Magia termina bien entrada la noche y con el día empieza la Potagia. Los Reyes Magos, que pasaron muy cerca del bar República -y de Casa Paco- ya andarán en paradero desconocido, para escabullirse del gps de Herodes, el Robert Mitchum de esta noche del cazador con caballos en el puente de Triana y dromedarios en la Alameda. El cortejo regresó a la Universidad por la avenida de Roma. Como en los Juegos Olímpicos, ya empiezan los preparativos de la Cabalgata 2015. A tres años vista del centenario. Que coincidirá con el Mundial de Rusia. En la mañana de hoy, los balones serán de Brasil y las chicas de Ipanema. La tradición sella su abrazo con las nuevas tecnologías.

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