Los desahucios que se han disparado con la crisis afectan de manera muy grave a la comunidad inmigrante que reside en la capital andaluza. Un estudio publicado por la Fundación Sevilla Acoge desvela que el 45% de los extranjeros que viven en la ciudad hispalense se encuentra en riesgo de sufrir un procedimiento de estas características ante la imposibilidad de hacer frente al alquiler o al pago de la hipoteca del inmueble que habita.

Dicho informe ha sido elaborado por los investigadores Gabrielle Cabitza y Pablo Barranco a partir de las entrevistas realizadas a 104 personas, a las que hay que sumar las 257 que habitan con ellos y de las que se han extraído datos, por lo que la muestra real asciende a 361. De estos participantes, el 19% proceden de Marruecos y un 17%, de Senegal.

El informe ahonda en el hacinamiento en el que vive dicha comunidad y el riesgo de sufrir un desahucio por la difícil situación económica que atraviesa. Para ello, los investigadores parten de la base de que el 75% de los encuestados reside en régimen de alquiler, mientras que sólo el 20% lo hace en una vivienda propia mediante el pago de una hipoteca. Aún más contundente resulta el porcentaje de inmigrantes que comparten piso: el 80%. La razón de que esta cifra sea tan alta es bien sencilla si se tiene en cuenta que el 61,4% se encuentra en paro y sin prestación alguna -el 41% son mujeres- mientras que el 18% trabaja por cuenta ajena y sólo el 5% es autónomo.

En este punto, Cabitza y Barranco señalan que la fuente de ingresos que mantiene a muchos inmigrantes es la economía sumergida, la ayuda familiar o de alguna institución. Esta precariedad laboral obliga a compartir piso en unas condiciones propias del hacinamiento de épocas que ya se creían superadas.

No en vano, el 46% de los encuestados afirman que la vivienda donde residen alberga a más de seis personas, mientras que un 23% señala que la ocupan tres inquilinos y en un 22%, más de cuatro. La valoración del grado de hacinamiento se ha realizado en función del tamaño del inmueble y del número de dormitorios. Así, se deduce que de los encuestados el 14% sufre un hacinamiento medio, mientras que para un 1% es grave.

Un dato revelador de esta comunidad es que el 36,7% de ellos habitan una vivienda con menos de 15 metros cuadrado por persona. Los investigadores recuerdan en este punto que el Gobierno reguló una ley en 2008 por la cual los pisos de VPO para dos personas han de tener como mínimo esta superficie.