Pocas veces unos árboles habían desatado tanta polémica. Hay que echar la vista atrás y recordar aquella escena en la que la baronesa Thyssen se encandenó a los árboles del madrileño Paseo del Prado -amenazados también por la tala municipal- para encontrar tanta crítica a un apeo (así se le conoce en la jerga de Parques y Jardines) que muchos califican de "arboricidio".

A falta de aristócrata que proteste por la tala de 21 plátanos de sombra en las obras de remodelación de la calle Almirante Lobo -según el Ayuntamiento serán sustituidos por especies más "apropiadas" que permitirán una mejor visión de la Torre del Oro- el PSOE, los Ecologistas y numerosos sevillanos a través de las redes sociales se han encargado de dar la voz de alarma sobre una tala que no consideran justificada.

Tanto el portavoz socialista, Juan Espadas, como Ecologistas en Acción ponen en duda las razones argumentadas por el gobierno del PP para arrancar estos árboles de gran altura de Almirante Lobo: las lesiones graves que sufren y el riesgo que suponen para la seguridad de los viandantes. Espadas ha exigido que se le entregue el informe de los técnicos de Parques y Jardines. El grupo ecologista rebate las explicaciones del delegado de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez, al asegurar que de los 27 plátanos que había plantados, "sólo nueve muestran evidencias externas de lesiones".

Las dudas planteadas por el PSOE y los Ecologistas llegan 24 horas después de que la polémica saltara en la red social Twitter, donde no han sido pocos los sevillanos que han criticado esta tala que dejará sin sombra una vía muy frecuentada por los turistas justo cuando el termómetro roza por primera vez este verano los 40 grados. Hay usuarios que han realizado un auténtico seguimiento de estas labores, con vídeo incluido, como es el caso de Julio Domínguez Arjona, autor de la página web La Sevilla que no vemos, en la que el miércoles incluyó un reportaje histórico sobre la mencionada calle en la que se observa una fotografía de principios del siglo XX donde ya se encontraban plantados altos árboles de sombra.

Las críticas no parece que vayan a frenar una tala que cambiará la fisonomía de Almirante Lobo. La próxima primavera serán naranjos y bauhinias rosáceas las que florezcan en vísperas electorales. Para entonces se verá mejor la Torre del Oro y la alargada sombra de los plátanos de Indias habrá caído en el olvido. O no.