Matrimonios, novios, familias o grupos de amigos inundaron anoche con sus dorsales y camisetas naranjas no sólo la salida (ubicada en la Glorieta de Buenos Aires, en el Paseo de las Delicias) sino cada rincón de la ciudad próximo al recorrido de la tradicional Carrera Nocturna del Guadalquivir, que este año celebraba su XXVI edición. Hasta el cartel de no hay dorsales tuvo que colocar la organización días antes para la cita obligatoria del deporte sevillano que, año tras año, ha calado entre la ciudadanía no sólo de Sevilla, sino de los municipios cercanos y no tan cercanos.

Por las calles de Mairena del Aljarafe corre todas las mañanas Jesús López, quien va acompañado a la Nocturna por su hijo, un amigo de éste y la prima de su mujer. "Es la primera vez que me apunto a una carrera popular. Tengo muchas ganas, lo que no sé es si llegaré a la meta", asegura sonriendo mientras que Reyes Galván pone cara de sorprendida cuando empieza a sonar en la megafonía el manido tema de Enrique Iglesias: "¿Clases de zumba antes de empezar a correr? Ni loca, fui ayer al gimnasio a dar una clase de pilates y me estoy arrepintiendo". El evento comenzó a las 20:30 con un espectáculo de animación protagonizado por una lección de esa disciplina de fitnnes (de origen colombiano) impartida por Tony Mosquera, a la vez que una proyección de luces alumbraba el conservatorio de danza. A esa misma hora tuvo lugar una protesta de los profesores interinos, quienes iban ataviados con camisetas verdes. La Plataforma de Interinos Docentes Andaluces y padres, alumnos y profesorado del colectivo Marea Verde realizaron una performance en la que intervinieron personajes representando al ministro de Educación, José Ignacio Wert, y su homólogo andaluz, Luciano Alonso. Al comenzar la carrera, una docena de ellos anduvieron unos metros hacia atrás portando una pancarta en la que se podía leer: La educación en Andalucía camina hacia atrás.

Juan José, Fernando, Pablo, Daniel y Nacho son un grupo de amigos de Aracena que se encuentran en la ciudad por motivos académicos. Todos portan unas camisetas despintadas que uno de ellos se ha encargado de elaborar durante su estancia vacacional en Marruecos. "En mi caso espero llegar por lo menos al Porvenir, que para eso vivo allí", afirma Nacho. En la prueba participaron corredores de 48 provincias y 51 nacionalidades distintas. 1.200 inscritos de Huelva, 994 de Cádiz, 402 de Badajoz, 255 de Córdoba, 114 de Málaga y 101 de Madrid.

Un arco de 16 metros con dos pantallas gigantes hacía las delicias de los presentes, que se veían reflejados en ellas. Una de las grandes novedades fue el concurso de selfies. La captura más divertida entre los que decidieron participar desde las 18:00 a las 02:00 con la etiqueta #NocturnaSevilla14 recibirá un trofeo.

Desde las 19:20 se encontraba en la salida José Antonio, un corredor de 73 años del Cerro del Águila que realizaba estiramientos para ponerse a tono para correr los 8,5 kilómetros. En cuanto a la toma de posiciones de cara al pistoletazo de salida había dos normas: atender a las indicaciones del personal de la organización y colocarse acorde con los tiempos previstos a realizar. "Los profesionales delante, yo y mis amigas detrás disfrutando del recorrido y tratando de no entorpecer a otros corredores", afirma Sonia, una joven de Osuna.

La carrera fue una auténtica fiesta en mayúscula con récord de participantes, 25.000. Más gente dentro que fuera viendo el discurrir de la prueba. No se descarta que el año que viene el Ayuntamiento cambie el eslogan a No te unas, míranos. Los ganadores fueron en categoría masculina Emilio Martín (25.58), seguido de Samer Ali Saad y Francisco José Jiménez; en femenina Azucena Díaz (29.40) seguida de María Belmonte y María Rojo; y en discapacitados Marco Antonio Baena (20.50)