El rector de la Universidad de Sevilla (US), Antonio Ramírez de Arellano, ha expresado el deseo de que la Junta de Andalucía, que se encuentra en proceso de elaboración de sus presupuestos para el próximo año 2015, cumpla "estrictamente" el modelo de financiación -cuya prórroga ya ha sido anunciada- en lo que respecta a cantidad y reparto para las universidades autonómicas.

Especialmente vehemente se ha mostrado en la defensa de que se mantengan los 1.135 millones del último año, destinados a la financiación operativa, necesaria para costear el funcionamiento normal de las universidades andaluzas, al tratarse de una cantidad "verdaderamente importante" en el global de 1.480 millones que la administración autonómica destina como montante general para financiar las sedes académicas públicas en la comunidad. "Si se suprimen programas de infraestructuras o de investigación ello no es positivo, pero lo que no se puede es poner en riesgo el funcionamiento normal de la universidad", ha explicado Ramírez de Arellano, que asimismo ha reclamado la desaparición de los "controles", a excepción de los meramente económicos, de los presupuestos regionales en lo referente a la contratación de personal, habida cuenta de que en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) "ya sacan a la universidad de las cuestiones de excepcionalidad" que rodean este apartado, "que sólo era por situación de urgencia, concepto que entendemos debe ser amplio".

Por otro lado, el rector de la Hispalense también ha apuntado a la necesidad de ver si la Junta mantendrá el apoyo singular a los Erasmus, las ayudas a estudiantes o en qué orden se plantearán las matrículas universitarias. En lo que se refiere a los PGE, que la universidad ya estudia en relación a partidas como las becas, Erasmus o investigación, Ramírez de Arellano ha calificado de "especialmente importante" comprobar que se empiecen a relajar las medidas que limitaban la reposición de las plantillas, lo que suponía un efecto "extremadamente negativo".

Al respecto, y aunque al parecer las primeras lecturas apuntan a una tasa de reposición del 50%, el rector de la US tiene claro que, según las características de la universidad, dicha tasa "no debería aplicársenos" siempre que la sede académica se mantuviera dentro de la estabilidad presupuestaria y las limitaciones económicas que se planteen. "Aunque el porcentaje es mayor, sigue preocupando mucho que el efecto es más pequeño del que debe: en fondo no debe ser el 100%, sino lo que la universidad necesite", ha apostillado.