Sevilla

Detenidos tras atracar una joyería de Triana con un gas lacrimógeno

  • Los arrestados son un joven de 20 años y un chico de 16, que golpearon al joyero con un martillo.

Los dos chicos que este martes intentaron atracar una joyería de Triana quizás creían que iban a dar el golpe del siglo. Apenas habían planificado nada. No llevaban pistola, ni siquiera una simulada, ni cuchillo, sólo un spray cargado con gas lacrimógeno y una especie de hacha ya roma con la que pretendían golpear a quien se pusiese en su camino. Eso sí, cayeron en que el negocio podía estar protegido con cámaras de videovigilancia y echaron en una mochila unos pasamontañas para cubrir sus rostros. 

Llegaron a la joyería en cuestión, Orojoya, en la calle Manuel Arellano, a las once menos diez de la mañana. Vieron que para entrar en el negocio tenían que llamar al timbre y así lo hicieron. El joyero no sospechó de ellos y les abrió la puerta. Una vez dentro, lanzaron el gas lacrimógeno y amenazaron al comerciante, que se resistió a entregarles nada. Los delincuentes se olvidaron del hacha que llevaban y tomaron un martillo de una mesa de la joyería. Con él le asestaron un golpe en la cabeza al joyero. 

Pese a ello, el hombre no sólo no les entregó dinero ni sortija alguna, sino que supo escabullirse y encerrarse en el cuarto de baño del local. Desde ahí llamó al teléfono de emergencias 112 y alertó de que estaba sufriendo un atraco. Mientras tanto, los delincuentes se quedaban encerrados en la tienda y buscaban por todas partes el pulsador para abrir la puerta. No lo encontraron, pero si lo hubieran hecho les esperaba en la puerta Rafael Jiménez, un ciudadano que ha trabajado en el pasado como portero de discoteca y que, al saber que estaban atracando la joyería, había agarrado un palo y estaba dispuesto a retener a los asaltantes en el interior del negocio. 

La Policía Local llegó muy rápido. Un agente de este cuerpo abrió la puerta a patadas y entraron en tropel casi una decena de policías locales, algunos de ellos pistola en mano. No había escapatoria para los delincuentes, que fueron detenidos inmediatamente y trasladados hasta un patrullero. De ahí partieron hasta la Jefatura Superior de Policía, en la avenida de Blas Infante, en cuyos calabozos permanecían a la hora de cierre de esta edición. 

Los detenidos son un joven de 20 años y un chico de 16. Los dos son vecinos de Camas, uno español y el otro colombiano. El mayor de edad responde a las iniciales J. R. G. En su historial tiene nueve detenciones anteriores, la mayoría de ellas por robos. Estos nueve arrestos son todos en los últimos dos años, ya que no figuran entre ellos sus antecedentes cuando era menor de edad, que ya no están en vigor. El menor, sin embargo, no tiene ningún antecedente. 

Los dos delincuentes llegaron a la joyería a bordo de un ciclomotor Piaggio Zip, que no figura en el registro de vehículos robados, aunque tampoco es propiedad de ninguno de los dos sospechosos. Según su versión, la habían comprado en el mercadillo del Charco de la Pava. El ciclomotor fue puesto a disposición de la Policía Científica, que este martes también inspeccionó la joyería. El Grupo de Atracos de la Policía Nacional ha abierto una investigación sobre el suceso y trata de averiguar si los dos detenidos habrían actuado anteriormente en otros negocios. El joyero fue atendido tras el golpe pero no sufre lesiones graves.

 

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