La ley del silencio se impone en la causa en la que se investiga la presunta filtración de unas oposiciones de la Policía Local, en la que han sido imputados 37 agentes del Cuerpo que aprobaron el examen bajo sospecha. De los 30 policías que desde el pasado lunes han sido citados ya a declarar ante el juez de Instrucción número 9 de Sevilla, sólo dos de ellos han prestado declaración y los 28 restantes se han acogido a su derecho constitucional a no declarar.

Ante el juez Juan Jesús Vélez García comparecieron ayer otros nueve policías y ninguno accedió a declarar. El magistrado cerrará este viernes la ronda de comparecencias de estos agentes con la citación de los últimos siete policías locales imputados por presunta prevaricación.

Entre los 37 agentes implicados hay numerosos hijos del Cuerpo y familiares de mandos de la Policía Local y de sindicalistas.

Los dos únicos policías que hasta ahora han declarado ante el juez negaron precisamente que tuvieran una vinculación anterior con algún miembro de la Policía Local, al afirmar que no tenían lazos familiares con otros agentes ni relación alguna con la academia a la que pertenecían la mayoría de los aprobados.

Ambos agentes rechazaron igualmente que les hubiesen filtrado las preguntas del examen con anterioridad y uno de los policías le dijo al juez que aprobó las oposiciones después de haber estado estudiando y preparándose durante cuatro años, un año en una academia y otros tres con un preparador personal, según dijeron fuentes del caso.