El concejal de Presidencia, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis ha revelado que el Consistorio pretende celebrar tanto el 80 aniversario -el año que viene- como el centenario -en 2029- de la muestra que supuso la expansión por el sur de Sevilla. El edil socialista anunció las intenciones municipales desde la Expo de Zaragoza -donde el martes se celebró el día de la ciudad-, aunque no desveló más detalles de los fastos previstos. Lo que sí se pudo deducir por sus palabras es que el esfuerzo se centrará en la celebración del centenario dentro de 20 años, y que el próximo 2009 se "hará algún recuerdo de la cita".

La intención del Consistorio hispalense de conmemorar la Exposición del 29 contrasta, sin embargo, con el estado de abandono en el que se encuentra el que se puede considerar como el más significativo de sus monumentos, la Plaza de España, que aunque se encuentra en proceso de restauración desde 1998 (gracias al impulso de la entonces alcaldesa Soledad Becerril), sigue presentando al público un aspecto degradado, pese a ser el tercer monumento más visitado de la ciudad tras la Catedral y el Alcázar.

Aunque el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, afirmó ayer que ha encargado al Consorcio Municipal de Turismo la finalización de la restauración cerámica para "zanjar la situación que ha venido retrasando el remate de esta obra", lo cierto es que, a 10 meses de que se cumplan los 80 años de la inauguración de la Exposición (el 9 de mayo de 1929), la plaza sigue deteriorada y todo indica que no hay tiempo para que luzca en su plenitud en su próximo cumpleaños.

Con estas declaraciones, el alcalde quiere dar carpetazo al conflicto abierto entre la Junta y el Consistorio sobre la financiación de las escuelas talleres municipales con las que se estaba restaurando la zona de la plaza cuya responsabilidad recae en la administración municipal, un enfrentamiento que se inició en 2006 cuando la Consejería de Empleo se negó a seguir aportando recursos para estas escuelas talleres.

Y es que la parte de la Plaza de España que presenta un mayor deterioro es la que está bajo la responsabilidad del Consistorio. Si al Estado le corresponde la conservación de la ría para adentro (la zona de los bancos de azulejos con las provincias españolas, las galerías superiores y el edificio) el Ayuntamiento es el encargado de mantener la zona de ría para afuera. Sólo hay que darse una vuelta por el monumento diseñado por Aníbal González para observar el estado de abandono y deterioro en el que se encuentra la zona municipal: la balaustrada de cerámica literalmente destrozada, todos los bancos de azulejos deteriorados (alguno de ellos son un puro escombro), faltan numerosas losas de barro en el pavimento, el asfalto lleno de baches y, sobre todo, la ría sin agua y sucia.

Lo único que ha restaurado el Ayuntamiento por el momento son los cuatro puentes que cruzan la ría, una labor realizada por las escuelas talleres municipales con fondos de la Junta.

Hasta ahora, el único compromiso del Ayuntamiento para mejorar el monumento es el proyecto de la delegación de Parques y Jardines de peatonalizar y ajardinar (para recuperar su diseño original) la avenida de Isabel la Católica, así como la ubicación de los vendedores de souvenirs en quioscos acordes con el entorno.