El nuevo apeadero de Renfe frente al residencial Jardines de Hércules entrará en funcionamiento en verano. Dicha inauguración estaba prevista para esta primavera, antes de los comicios locales, como adelantó la ministra de Fomento, Ana Pastor, en la visita que realizó al barrio en julio de 2014. Los trabajos comenzaron hace dos meses y ahora se está procediendo a levantar la pasarela -la parte más complicada de la obra- que salva el nudo ferroviario conformado por las distintas líneas que atraviesan la zona.

Ana Pastor pasó por alto esta obra durante las declaraciones a los medios de comunicación el pasado lunes, cuando habló de la conexión con el nuevo Ikea. Y ello, pese a que el año pasado visitó en dos ocasiones el residencial Jardines de Hércules para anunciar este proyecto que el alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido, llegó a denominar como "el nuevo Metro". Primero lo hizo a finales de mayo, en vísperas de las elecciones europeas, lo que le privó de anunciar cualquier obra con fines propagandísticos. Tuvo que ser el presidente de los vecinos del referido residencial, Juan Lobo, el que aseguró que el anhelado apeadero para la zona sería de nueva construcción. Se descartaba así que se reutilizara la antigua estación de la Salud, usada en la actualidad por Adif para maniobras de conducción y por los trenes de mercancía que se dirigen a La Negrilla. Los técnicos de Renfe -que visitaron el lugar en la primavera de 2013- consideraron que eran incompatibles tales fines con el de un apeadero, motivo por el cual se decantaron por uno de nuevo planta.

La ministra se comprometió entonces a acudir al barrio lo más pronto posible. Lo hizo dos meses después, el 30 de julio a las cinco de las tarde y tras asistir a la inauguración del Metro malagueño. En esta ocasión concretó que la inversión sería de 2.897.240,86 euros y que, según el plan de obras, éstas concluirían en la primavera de 2015, antes de las elecciones locales.

El calendario, sin embargo, no se ha cumplido y el apeadero se pondrá en marcha más tarde de lo previsto. Fuentes de Renfe han detallado que los trabajos se licitaron en noviembre y que no han comenzado hasta hace dos meses, cuando se esperaba que lo hicieran antes de que concluyera el año pasado. La adjudicataria de la construcción es la empresa Dragados, que cuenta con un presupuesto de ejecución para la obra civil de 1.490.842 euros, aunque el presupuesto total del apeadero alcanza los 2,8 millones anunciados por Pastor.

Lo cierto es que las obras iniciadas a finales del invierno continúan a buena velocidad. Practicamente se han acabado los trabajos previos de canalizaciones y ahora se está procediendo a levantar la estructura de la pasarela aérea que salvará el nudo ferroviario para que pasen los usuarios. "Es el elemento que más complica la obra y que más la encarece. Resulta imprescindible, ya que por allí pasan todas las líneas que se dirigen al sur", apostillan fuentes de la empresa estatal.

Una vez concluida esta fase, se ejecutará el apeadero en sí, por lo que lo que la obra estará concluida a finales de junio o principios de julio. Si no se produce ningún retraso, los 20.000 habitantes de la zona podrán beneficiarse de la nueva parada en verano, que contará también con un aparcamiento en terrenos cedidos por el Ayuntamiento para quienes quieran dejar el vehículo en este apeadero y desplazarse desde allí al centro de la ciudad o a otros municipios con los que conecte la línea de cercanías.

El apeadero de Jardines de Hércules contará con dos andenes y estará adaptado a las necesidades de los viajeros con movilidad reducida. A la pasarela se accederá a tráves de escaleras y dos ascensores (uno para cada andén). El paso elevado será cubierto y acogerá la zona del vestíbulo donde se instalarán las máquinas para la autoventa de billetes, los tornos para el control de acceso y el área de espera para los viajeros.

La nueva infraestructura se integra en la línea C-1 de Cercanías, que une Lora del Río con Santa Justa, San Bernardo, Dos Hermanas, Utrera y Lebrija. Los vecinos llegarán en cinco minutos al centro gracias al apeadero, de ahí que Zoido lo bautizara como el "nuevo Metro". No obstante, en la presentación del proyecto los responsables de Renfe dejaron la puerta abierta a una futura conexión con la línea de Cercanías C-5, que atraviesa el Aljarafe y tiene su última parada en el Hospital Virgen del Rocío.