El Hospital Victoria Eugenia de Cruz Roja ha perdido en el último concurso público gran parte de los servicios que tenía concertados el SAS, pese a que esta clínica, que atesora casi 40 años consecutivos de asistencia concertada, ofreció la unidad de precio contertado más atractiva para las intervenciones quirúrgicas durante el concurso público. Un grupo de trabajadores del Hospital de Cruz Roja ha iniciado una serie de actuaciones ante la Consejería de Salud, la Presidencia de la Junta de Andalucía y el Defensor del Pueblo al sospechar del proceso de selección, en el que se apreciaron errores.

La polémica se suscita en el propio informe técnico de la adjudicación, en el que se reconoce que "el Hospital Victoria Eugenia de la Cruz Roja Española aporta la capacidad estructural necesaria para la cobertura de la demanda reflejada en el pliego". En este documento, además, se reseña la oferta de los precios propuestos por las clínicas que han participado en el proceso de selección, siendo la unidad de precio concertada final de Cruz Roja la más atractiva para la realización de las intervenciones quirúrgicas. Pese a ello Cruz Roja ha perdido, a favor de otra clínica privada, el 20% de la actividad quirúrgica que hasta ahora tenía concertada. También ha perdido el 100% de las pruebas diagnósticas, que también ha ofrecido hasta la fecha mediante acuerdo con el SAS.

Además de la oferta económica, Cruz Roja sólo ha recibido 2,5 puntos por casi cuatro décadas de experiencia en los procesos diagnósticos. Una portavoz de los trabajadores de Cruz Roja advierte además que en los criterios de baremación apenas se ha valorado las escasas reclamaciones que ha registrado el centro de la Ronda de Capuchinos, además de la infraestructura con la que cuenta. Esta clínica dispone de cinco quirófanos y la mayor parte de su actividad se centra en las intervenciones que no requieren ingreso.

El actual acuerdo de conciertos para pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas termina el 30 de junio, si bien el proceso de adjudicación continúa abierto al afrontar varios recursos interpuestos por clínicas que se han visto afectadas.

La resolución de la adjudicación del SAS prevé un presupuesto de licitación de 11.592.246 euros para un plazo de ejecución de doce meses; y resuelve 5.227.003 euros para la clínica Santa Isabel, que se adjudica el 60% de las intervenciones quirúrgicas y el 100% de los procedimientos diagnósticos; 4.105.553 euros para el Hospital San Juan de Dios, que se adjudica el 100% de las estancias médicas de enfermos pluripatológicos y paliativos, así como el 100% de las estancias de lesionados medulares; mientras que a Cruz Roja se adjudica el 40% de las intervenciones quirúrgicas por 2.259.690 euros. Los hospitales de Cruz Roja y San Juan de Dios, ambas dependientes de organizaciones sin ánimo de lucro, han perdido en este proceso parte de la asistencia que tenían concertada desde hace años.

Pese a este reparto final de la adjudicación de estos servicios sanitarios, el informe técnico de la mesa de contratación reconoce, en el apartado de procedimientos diagnósticos, que "el Hospital Victoria Eugenia de la Cruz Roja Española es el que aporta la capacidad estructural necesaria para dar la mejor cobertura de la demanda reflejada en el pliego, así como la cartera de servicio de los procedimientos diagnósticos más frecuentes y demandados por el Servicio Andaluz de Salud".

La resolución de la adjudicación compromete el futuro de la plantilla del Hospital Victoria Eugenia de Cruz Roja, que está integrada por un centenar de profesionales, y de los médicos que ofrecen dedicación exclusiva en este centro. Los beneficios de esta clínica son destinados a cooperación internacional y otros fines benéficos de Cruz Roja. Este centro, además, ha ejecutado durante los últimos años una destacable inversión, que supera los siete millones de euros, para la remodelación y modernización de sus estancias. Gran parte de la actividad del Hospital Victoria Eugenia depende del concierto con el SAS, de modo que la pérdida de este servicio supondría un duro golpe para este centro. Los trabajadores, que temen por su futuro y el de la clínica, continuarán realizando actuaciones ante los distintos partidos políticos y exigen al SAS que explique unos criterios de selección que "parecen hechos a medida" y que consideran "injustos", al no valorar la experiencia de cada centro, la oferta económica final y la disponibilidad de recursos.