Sevilla

La crisis obliga a los ayuntamientos a invertir un 50% menos en Educación

  • El recorte de presupuestos acaba con la gratuidad del transporte escolar y reduce las ayudas para la compra del material escolar · Los municipios del Aljarafe reducen el personal de los colegios

El nuevo curso escolar traerá como novedad el recorte en muchos servicios que los ayuntamientos sevillanos venían sufragando hasta ahora. La crisis obligará a los equipos de gobierno a reducir la inversión en Educación hasta un 50%. Es una de las consecuencias del parón inmobiliario que sufre la provincia, con una repercusión negativa en las arcas municipales. Tanto, que los ingresos por Urbanismo han caído entre un 60% y 70%, según datos de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias .

La situación no es nada halagüeña, y los consistorios comienzan a recortar presupuestos en distintas áreas. Una de las más perjudicadas es Educación. Aunque en esta materia las competencias son casi exclusivas de la Junta de Andalucía, los ayuntamientos prestan distintos servicios a la comunidad educativa para mejorar el funcionamiento del sistema escolar. Así, es habitual que los gastos en transporte escolar (dentro de un mismo término municipal), de los monitores auxiliares, logopedas, fisioterapeutas y diversos programas puestos en marcha para complementar las horas lectivas se incluyan dentro del presupuesto municipal.

A este desembolso se une el de las pequeñas reparaciones en los centros educativos, que en muchas ocasiones se convierten en obras de gran envergadura ante el retraso administrativo que sufren sus licitaciones en el Ente de Infraestructuras de la Consejería de Educación, órgano del que dependen dichas intervenciones. Lo más habitual es que los ayuntamientos se hagan cargo de las labores de pintura, reforma de patios, instalación del aire acondicionado (que en algunos municipios como Sevilla no se costea), y mejora de aulas y zonas comunes de los colegios. No obstante, desde las concejalías se han colocado nuevas cubiertas, se han construido comedores y hasta se ha puesto en funcionamiento programas de gratuidad de libros de texto, mucho antes de que la Administración autonómica lo desarrollara a nivel regional.

La Educación, por tanto, ha sido una de los principales inversiones de la política municipal en los últimos años, sobre todo en aquellas poblaciones del área metropolitana y de la comarca aljarafeña que han visto incrementada su población con el boom inmobiliario. Unos servicios que han sido gratuitos. Hasta ahora. Los ayuntamientos hacen cábalas y para seguir manteniéndolos hará falta la colaboración económica de los colegios y padres.

Localidades como Espartinas, Bollullos, Castilleja de la Cuesta y Almensilla ya lo han decidido. Sus presupuestos para 2008 se reducen notablemente. La crisis del ladrillo afecta a los servicios escolares que venían prestando. Tal es el caso de Espartinas, municipio que en los dos últimos años ha destinado 1,5 millones de euros a Educación, una de las mayores inversiones de la provincia. Para el próximo curso esta cuantía baja notablemente, casi un 50%, hasta llegar a los 770.000 euros.

Una circunstancia similar es la que se vive en Castilleja de la Cuesta. Según el Partido Popular de este municipio -en la oposición-, el gasto en Educación ha pasado de los 362.727,36 euros de 2007 a los 280.528,68 del nuevo curso. Una reducción del 22,6% que afectará principalmente a las ayudas a compras de libros escolares que no cubre la Junta y a las ampas de los colegios (casi un 50% menos del dinero que recibieron el año pasado) así como a las obras en los edificios educativos, donde la inversión disminuye un 30%. El personal laboral también se verá perjudicado, con la reducción de nóminas y el despido de varios trabajadores.

Estos recortes ponen en peligro la continuidad de los servicios que se venían prestando gratis, a no ser que se llegue a un acuerdo con los colegios, ampas y la Junta para cofinanciarlos. En Almensilla, por ejemplo, un pueblo donde una buena parte de la plantilla municipal está sometida a un expediente de regulación de empleo (ERE), su alcalde, el socialista Carlos Ufano, ya ha avisado que el Consistorio no podrá pagar los 300.000 euros para actividades extraescolares.

La situación, por tanto, es delicada para los bolsillos de los padres, que, en plena crisis, tendrán que gastar más euros si quieren que sus hijos disfruten de estos servicios.

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