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Sevilla

Bajarse de la bici o jugarse una multa de 60 euros

  • La mayoría de los ciclistas optan por empujar su vehículo por las zonas peatonales del centro

La primera que se libró de la multa fue una mujer de mediana edad que pasó poco después de las diez por la calle Tetuán hacia la Plaza Nueva. "Se ha librado porque era el primer día, porque son las diez de la mañana y porque hace cinco grados", dice un testigo, que cuenta cómo un policía local pidió a la mujer que se bajara de la bici y continuara a pie si no quería pagar una multa de 60 euros.

No sabía nada. La mayoría de los ciclistas que circulaban ayer por las 27 calles peatonales por las que se ha prohibido esta Navidad el paso de ciclos desconocían las sanciones. Muy pocos lo hacían por ganas de jugarse 60 euros a una ruleta en la que tenían muchas posibilidades de perder, ya que la presencia policial en el centro durante el primer día del dispositivo navideño fue masiva. Habían visto las señales colocadas a la entrada de las calles, eso sí, pero nadie les había comunicado el importe de las multas.

Hubo quien desafió la prohibición y se topó de frente con la Policía. En esos casos lo habitual era que los agentes informaran a los ciclistas y les pidieran que se bajaran de la bicicleta. Muy pocos, casi ninguno, optaron por tirar de libreta a la primera. "Multas a un ciclista cuando ya no queda más remedio, cuando se pone a discutir o quiere pasar delante tuya, rayando ya en la provocación", relata un policía local de patrulla en la Plaza Nueva.

Hubo también quien se cruzó Tetuán o Sierpes desde el principio hasta el final a bordo de su bicicleta y no se encontró con nadie, porque no había controles policiales en todas las calles prohibidas. Muchos agentes estaban en los cortes de tráfico en los accesos al centro y no hay policías para todas las calles. "Hay uno que ha pasado esprintando, de pie encima de los pedales y pedaleando como si estuviera en el Tour". Pero la mayoría optó por bajarse de la bici y seguir a pie empujando el vehículo, como hacen los motoristas que tienen sus vehículos aparcados en Rioja y llegan a pie hasta la Campana para ahorrarse tener que dar un rodeo por Torneo y la ronda histórica.

La prohibición de circular en bicicleta por 27 calles del centro no ha causado demasiada indignación entre los ciclistas. "Es lógico en este periodo. Hay mucha gente en la calle y es difícil circular. No cuesta nada bajarse y empujar la bici un rato", opina Eduardo González Marroquín, que remolcaba su vehículo por Rioja hacia Tetuán. Tampoco era el día de mayor afluencia de bicicletas al centro debido al intenso frío que hizo durante toda la mañana.

Los que lo tuvieron peor fueron los usuarios del servicio de alquiler de bicicletas públicas Sevici, y no sólo por los más de 20 kilos que pesa cada uno de los vehículos y que se notan especialmente a la hora de remolcarlo. Para llegar a algunas de las estaciones de Sevicio hay que pasar necesariamente por algunas de las calles marcadas como prohibidas para los ciclos. Por ejemplo, los usuarios que pretendían dejar las bicicletas en la estación de la Plaza Nueva desde la Cuesta del Rosario tenían que bajarse en el tramo de la calle Granada, obligados más por la aglomeración de público entre la Feria de Belenes y los veladores del bar Laredo que por la prohibición.

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