Las fiestas navideñas acaban de comenzar y este fin de semana se desarrollan por la ciudad diversas actividades festivas y lúdicas, pero pocas como la que pudo verse ayer por las calles de Sevilla, donde cerca de 70 motoristas se juntaron para pasear con sus vehículos, vestidos de Papá Noel, con el objetivo de llevar regalos a los niños de la Asociación Sevillana de Ayuda a Discapacitados (ASAS), con sede cercana al barrio de Bellavista, en la finca Torre de Doña María.

"Nosotros hacemos distintas actividades durante el año y nos pareció bonito hacer esto", comentaba Manuel Montaner, coordinador de esta concentración motera que cumple su tercer año de celebración. "El primer año fuimos al centro de educación especial San Juan de Dios en Alcalá de Guadaíra y este año repetimos con la visita a ASAS, donde ya fuimos el año pasado", añadía Manuel, perteneciente al Motoclub Ya Toi Aki Ahorake que organiza esta curiosa actividad.

Desde las 9:30 se concentraban ayer las motos junto al Parque de los Perdigones y una hora más tarde comenzaban su marcha por el centro de la ciudad, despertando la curiosidad de los viandantes, sobre todo de los niños, quienes recibían además caramelos de los motoristas, como antecedente de la cabalgata de los Reyes Magos. La Alameda, el Duque, la Encarnación y la Plaza de San Francisco fueron algunos de sus lugares de paso, a la vez que enfilaron por el Paseo de Colón, Torneo y la ronda histórica, luciéndose por esta avenida antes de coger el camino hacia Bellavista.

"Vendemos papeletas para recaudar fondos para los regalos y este año, además, no ha colaborado ninguna empresa con nosotros, así que lo que falta lo ponemos de nuestro bolsillo", explicaba el organizador de esta concentración, quien se lamentaba también de la falta de apoyo del Ayuntamiento hacia este tipo de actividades de motoristas. "Sin embargo, en los pueblos de la provincia nos tratan siempre muy bien", apuntaba Manuel Montaner.

El desfile de motos, la mayoría de gran cilindrada e incluso alguna de tres ruedas, llegó a mediodía a su destino en el centro de ASAS, a donde llevaron los regalos personalizados, ya que previamente los chavales los habían pedido. Balones, relojes y otros juguetes, además de sudaderas y chándales, eran los regalos que portaban en varios sacos los motoristas vestidos de Papá Noel, quienes además habían adornado sus vehículos con motivos navideños. Los pequeños del centro educativo disfrutaron de sus regalos y sobre todo de la fiesta que se celebró a continuación, donde no faltaron los bailes y villancicos con la participación de motoristas, monitores y jóvenes. "Lo pasamos bien echando el rato con los chiquillos", comentaba Juan Ramón, uno de los participantes, quien destacaba el "ambiente sano" de este grupo de amigos con idéntica pasión por las motos.