Si bien no todo el mundo puede permitirse pasar una noche en esta antiguo palacio sevillano del siglo XVIII -hoy Hotel Palacio de Villapanés-Alma Sevilla-, sí puede, al menos, darse el lujo de pasar a su lobby, asomarse a su patio y en su bar darse el privilegio de tomar un café o una copa. Recientemente inaugurado, desde su fachada ya puede apreciarse el legado artístico y patrimonial del edificio, una joya del barroco sevillano que cobra vida en este hospedaje de categoría cinco estrellas gran lujo.

Ubicado en la calle Santiago, el palacio recibe el nombre de los aristócratas que durante siglos han sido sus propietarios, los marqueses de Villapanés. "Hasta hace tres años los descendientes de Villapanés vivían aquí. Lo vendieron y la empresa hotelera que dirige el barcelonés Joaquín Saucejo intervino. Este es el primer hotel de la cadena Alma Hotels que abre en España, en Berlín fue el debut de la compañía, aunque ya se tienen previstas próximas aperturas en ciudades como Barcelona, Córdoba, Pamplona o Lisboa", indica la directora del hotel sevillano, Martina Cam.

El edificio como tal fue construido en 1728 por el almirante Manuel López Pintado, primer marqués de Torreblanca del Aljarafe, que durante años dio su nombre a la actual plaza del Cristo de la Redención y fue responsable de la construcción de muchas de las edificaciones que circundan dicha plaza.

Tras sufrir una cuidada restauración, el Hotel Palacio de Villapanés Alma-Sevilla conserva el encanto del lugar y retiene, hasta el milímetro, los testimonios de épocas pasadas. Es el caso del antiguo escudo de armas de los Villapanés, ubicado en la monumental escalera principal del hotel, coronada por la bóveda de carrocería.

Sentirse como un auténtico marqués es fácil en este lugar que combina a la perfección lo histórico con las comodidades y el diseño más actual. "La decoración moderna contrasta con la solera del palacio del siglo XVIII, con un estilo un tanto minimalista que, sumado a la personalizada atención hacia los clientes, hacen que podamos ofrecer un alojamiento de muy buena calidad", explica Cam.

50 habitaciones y 30 empleados son los verdaderos responsables de que el turismo de "alto nivel" pueda optar por alojarse en el hotel, abierto desde diciembre de 2009.

Los espacios del antiguo palacio han sido respetados y, aunque su uso actual difiere del original, la huella del pasado aún no se ha borrado. En el restaurante, que combina al igual que el propio edificio sabores de antaño con las últimas tendencias, la solera de lo que fue la antigua bodega -es conocida la relación de negocios que mantenían los marqueses de Villapanés con las bodegas de Jerez- se hace presente en este espacio y lo dota de un carácter personal.

También en sus habitaciones los vestigios del palacio barroco se combinan con el estilo más moderno. En sus cinco suites (Alma, Sevilla, Villapanés, Palacio y Torreón) se conservan las zonas más nobles de artesonados de madera y techos palaciegos que llegan a alcanzar los cinco metros de altura.

Entre las habitaciones, destaca la Suite Torreón, la más peculiar de Alma Sevilla por situarse en la cúpula del palacio, en lo que antaño era el palomar. A sus artesonados abovedados y sus ventanales se suma su terraza privada desde donde se aprecian las innumerables iglesias y campanarios de la ciudad, así como la Giralda y la Catedral. Un espacio de 85 metros cuadrados disponible para las ocasiones más especiales.

El centro wellness, -donde el cliente puede disfrutar de duchas, sauna, un masaje y gimnasio-, es otro de los servicios que ofrece el hotel y hace posible disfrutar del relax durante la estancia. Una piscina permite que el verano no sea un impedimento para visitar la ciudad.

La oferta del Hotel Palacio de Villapanés-Alma Sevilla va más allá del hospedaje y sus jardines se abren a la celebración de eventos sociales. Diseñadores como Roberto Diz y Talentino ya han tenido la oportunidad de mostrar sus creaciones en este emblemático espacio recuperado para los que optan por un ambiente exclusivo.