Seguridad vial Los centros encargados de valorar a los futuros conductores tendrán que estar informatizados

Certificados bajo webcam

  • Los centros de reconocimiento médico tendrán que remitir, a partir de noviembre, el resultado del examen médico a la DGT, que será la que declare apto al conductor

Miedo o respeto. Así acudirán ahora los conductores o futuros conductores cuando vayan a hacerse el reconocimiento médico que verificará sus actitudes psicofísicas. Una prueba previa y necesaria para poder sacarse el permiso de conducir y para renovarlo. La picaresca se acabará, ya que aquel que quiera engañar a los profesionales del centro médico tendrá que pensárselo dos veces porque ya no será tan fácil como hasta ahora. Dentro de cinco meses -algunas clínicas lo hacen ya de manera pionera tras ser seleccionados por la Dirección General de Tráfico (DGT), como el centro sevillano GMP- todos los centros deberán estar adaptados para cumplir con la nueva normativa, que obliga a éstos a remitir en el mismo momento a la DGT los resultados de las pruebas clínicas realizadas. Es decir, que será Tráfico quien dé el visto bueno y declare apto o no apto al conductor. Todo digitalizado, ya no habrá que llevar fotografías, sino que una webcam la hará en el mismo momento.

Para ello, los centros tendrán que instalar el equipo informático necesario para el tratamiento de datos así como para la conexión electrónica con la Jefatura de Tráfico para la transmisión del resultado del informe de aptitud psicofísica. Esto implicará una importante reforma en muchos centros, además el sistema informático lo paga la propia empresa. Algo que no ha gustado mucho a los dueños y mucho menos en época de crisis. Hay muchos centros médicos que no quieren instalar el sistema nuevo por el dinero, cuenta Antonio Ruiz, director médico del centro GMP. A partir de noviembre aquel que no haya realizado estas obras tendrá que cerrar.

El papel da paso a lo digital. "Ahora todo se hace con el ordenador", dice Ruiz, quien reconoce que el proceso es ahora bastante más rápido, ya que al momento, si todo es correcto, el conductor que acuda a renovar el permiso se puede llevar la autorización temporal para conducir y en menos de un mes recibe el original. Antes se tardaba más. "Esto es una maravilla", expresa Emilio, un conductor que acudió a renovar el carné.

Ni 15 minutos en hacer los trámites, sin incluir la exploración médica. Primero le realizaron las pruebas médicas correspondientes. Luego comenzaron el procedimiento con el nuevo sistema telemático. Se introduce el DNI y los datos. Ojo con esto. Si el usuario tiene, por ejemplo, el permiso retirado y acude a renovar el permiso porque le caduque; o si va antes del plazo permitido; si ha tenido alguna anomalía con otro centro médico o si ha sido declarado no apto en otro centro... todo está registrado en la base de datos de la DGT. Esto significa que al introducir el DNI, el sistema no deja continuar con los trámites. Sólo deja imprimir los resultados de la exploración médica si el usuario, que se tendrá que dirigir a la Jefatura de Tráfico para solventar el problema, lo desea. Se acabó con la picaresca y los engaños. "Ahora está todo mucho más controlado", manifiesta Ruiz, que cree que es una buena medida que les beneficiará, ya que aquellos que no cumplan los requisitos desaparecerán. "Esta nueva norma implica más inspecciones en los centros. Muchos no cumplen con las normas ni hacen las pruebas que se deben hacer. Y por culpa de unos cuántos pagamos justos por pecadores", declara.

La mayoría de los usuarios pasan bien las pruebas. Es decir, que al introducir su DNI pueden continuar con el proceso. Una vez que los datos son aceptados por el sistema de Tráfico se introducen los resultados de la prueba médica. Si el conductor pasa todas las pruebas satisfactoriamente está obligado -otra novedad- a firmar un certificado en el que declara que no ha ocultado la existencia de alguna enfermedad en el reconocimiento psicofísico al que ha sido sometido. Esto antes no existía. Si el usuario padece alguna enfermedad la DGT te hace preguntas más específicas y obliga, además, a introducir el tratamiento que el conductor toma. De este modo, la Administración comprueba que los reconocimientos son el resultado de una exploración completa del estado de salud del conductor, que se plasma en esos historiales. Tras esta comprobación, la webcam capta la imagen. Esto es lo que menos gusta a los conductores. Algunos, incluso, tienen que repetir porque la imagen no les gusta. "Manejar la webcam es lo que más trabajo nos cuesta. Al menos ahora", revela Ruiz.

Tras la foto la firma electrónica. Se manda la información y sí todo es correcto, y la "conexión no falla, ya que al principio nos daba mucho error y terminábamos por hacerlo a mano". A los cinco minutos o incluso menos te mandan el resguardo provisional para conducir. Más ventajas que inconvenientes tanto para el conductor, que se ahorra tiempo, como para los responsables del centro, que esperan que con el tiempo el sistema funcione mucho mejor que ahora y ellos se adapten del todo, concluye Ruiz.

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