Sevilla vuelve a ser uno de los destinos preferidos por los extranjeros para viajar. El último informe elaborado por Analistas Económicos de Andalucía -servicio dependiente de Unicaja- refleja que en el primer cuatrimestre del año el turismo es uno de los pocos sectores de la economía sevillana que muestra claros signos de recuperación gracias, en buena medida, a la llegada de visitantes de otros países, cuya presencia se ha disparado un 14,5% en estos meses. Este considerable incremento es el primero que se produce en dicho mercado desde que se inició la crisis económica, ya que la tendencia hasta ahora había sido negativa.

Aunque todavía puede ser pronto para hablar de "brotes verdes", el informe de este grupo de expertos económicos refleja un cierto dinamismo del turismo de la provincia sevillana que hacen prever que el año termine con resultados positivos en el sector. Los datos invitan a la esperanza. Según el estudio económico presentado esta semana, el número de viajeros alojados en establecimientos hoteleros ha aumentado en la provincia un 5,9% en los primeros cuatro meses de 2010.

Se trata del mejor crecimiento turístico desde el segundo cuatrimestre de 2008, cuando empezó a constatarse la desacelaración económica. Si bien es cierto que la primera temporada del año suele cerrarse con resultados positivos debido a la celebración de la Semana Santa y la Feria (perjudicada este año por la nube del volcán islandés que provocó la cancelación de numerosos vuelos), no lo es menos que dicho crecimiento es muy valorado por los analistas al tener en cuenta el principal factor que lo provoca: el gran aumento experimentado por la demanda extranjera después de la sequía de los dos últimos años.

El informe refleja, en este sentido, que en el primer cuatrimestre la llegada de visitantes de otros países ha subido un 14,5%, el mayor repunte interanual desde hace cuatro años, cuando el porcentaje de ocupación hotelera por parte de los extranjeros se situaba en el 18,1%. A partir de entonces se inició una caída que tuvo su resultado más negativo entre enero y abril del año pasado, cuando los alojamientos en establecimientos hoteleros por parte de residentes fuera de España fue del -15,9%. Por tanto, en un solo año, la presencia extranjera en los hoteles sevillanos ha aumentado en más de 30 puntos, lo que consolida al turismo como el principal motor de la economía sevillana en tiempos de crisis.

Esta subida puede ser considerada como todo un logro por parte de los empresarios turísticos, aunque aquí también caben muchos matices. Los hoteleros y agencias de viajes han tenido que presentar en el mercado ofertas "muy agresivas" para ganarse a los clientes. Los descuentos en los precios han tenido su efecto, con reservas, la mayoría de ellas, de última hora, pero también han reducido considerablemente el margen de beneficios en el sector, un efecto "secundario" que los empresarios parecen estar dispuestos a asumir para mantener las cifras de negocio.

Por lo que respecta al turismo nacional, éste se mantiene casi en la misma tónica que en 2009, con un leve aumento del 0,6%, lo que a nivel regional supone la mejor trayectoria registrada en las provincias andaluzas durante la primera época del año. Pese a la subida del turismo extranjero, los visitantes españoles siguen siendo el grupo más imporante para este sector en la provincia sevillana, tanto en número de pernoctaciones como de ingresos para el sector.

Los buenos datos del turismo no son suficientes para evitar la caída de la economía sevillana, que en el primer trimestre de 2010 ha sufrido un descenso del 1,5%. Uno de los factores que provocan este dato negativo es el empleo, con un descenso interanual del 6%, el mayor de toda Andalucía. En concreto, los contratados a tiempo completo han disminuido un 7,4%, mientras que los de jornada parcial han repuntado un 2,2%. La población activa ha registrado el único descenso de la región, con una caída del 1,4%, siendo la construcción el sector que ha tenido la mayor bajada, con un porcentaje negativo del 16,9%. Los expertos prevén que la economía sevillana acabe el año sin encontrar la senda positiva.