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XI Congreso de Periodismo Digital

"Internet salvará al periodismo impreso”

  • Ramón Lobo, Alfonso Armada y Josep Martí disertan con Mara Torres sobre el futuro de la prensa en el Congreso de Periodismo Digital de Huesca

“Internet salvará al papel”. Así de tajante se ha mostrado Ramón Lobo, distinguido con el Premio José Manuel Porquet por su blog En la boca del Lobo (http://www.ramonlobo.com/) en el inicio del XI Congreso de Periodismo Digital en Huesca. El futuro del periodismo a debate y una conclusión unánime entre tres ‘forenses’ de la información clásica, el veterano reportero catalán Martí Gómez, Alfonso Armada (Abc) y el propio Ramón Lobo (El País), con Mara Torres (RTVE) repartiendo escalpelos: el futuro de los periódicos estará sujeto a la calidad, al análisis y a saber explicar las cosas, por encima de contarlas, pues esa función llega antes y en mayor cantidad por internet.

¿Sobrevivirá el periodismo? Sí y no. Las dos cosas y ninguna. Sólo reformulando el modelo y potenciando la distinción de cada soporte: las noticias deben tener salida por el soporte más adecuado.

Martí Gómez: “El NY Times cuenta en primera página historias de vida que aquí nadie se atrevería a dar. Las noticias van dentro porque ya están al alcance, siempre hay un tema propio fuerte. Internet todavía no te da análisis crítico y se basa principalmente de lo que recoge de prensa escrita y radio”.

Alfonso Armada: “La prensa escrita lleva con un modelo sólido muchos años y aunque este debate se acercaba parece que les ha cogido con el pie cambiado. Se está repitiendo lo mismo que se hace en papel pero en internet, con lo que acabas regalando lo que estabas vendiendo. Hay que profundizar en el carácter propio del papel, quizás ‘arrevistar’ más el periódico, con capacidad de profundización”.

Ramón Lobo: “Internet va a salvar al papel. En internet el periodismo es más fresco y va a obligar al papel a replantear cosas. En un caso de emergencia, se tiende a llamar a la policía y a otros en lugar de ir allí. Igual la historia no es que se caiga un edificio sino cómo un perro salva a una señora, por ejemplo, las historias enriquecen. Mi compañera Sol Gallego sostiene que el papel tiene que explicar las cosas, no contarlas. Los periódicos tienen que recuperar el análisis y los reportajes: internet obligará a cambiar y eso salvará al papel. Mi madre, que es inglesa y ve la BBC, y habla francés y tiene una edad, no busca noticias, busca opinión, las noticias ya las sabe”.

Lobo advierte del “peligro de un periodismo aburrido”, y lo advierte con curiosos métodos de medición: “Hay que contar el número de corbatas. Cuentas las corbatas y cuantas más corbatas, más aburrida es la información. Número de veces que sale la palabra Obama dividido por número de páginas de internacional, igual a índice de monotonía”. Aplicándolo a la manera en que se informa, nos encontramos pues ante un “demasiado ‘declarativo”, con un exceso de seguimiento a gobernantes en general. “El lector no se mantendrá con declaraciones de Zapatero o Rajoy”, sostiene Lobo.

La calidad se tiene que pagar. Otra teoría que ronda la cabeza de cualquier periodista. Los veteranos porque entienden que es la única manera de ofrecer buenos productos y, de esta forma, sobrevivir como medio, y los jóvenes por las dificultades que encuentran para conseguir un sueldo razonable.

Josep Martí: “El euro sólo se justifica si se cuentan historias. El NY Times cuenta en primera página historias de vida que aquí nadie se atrevería a dar. Las noticias van dentro porque ya están al alcance, siempre hay un tema propio fuerte. Internet todavía no te da análisis crítico y se basa principalmente de lo que recoge de prensa escrita y radio”.

Armada: “Si los medios dejan de ser rentables se pone en entredicho la posibilidad de poder dedicarle a los temas el tiempo suficiente y poder estar en los sitios, poder desplazarte; el modelo newyorker es el ideal, pero…”

Martí: “Cuando yo empecé te ponían mala cara cuando querías hacer un reportaje en Badalona porque había que comer fuera, taxis... Hasta los 70 no se superó eso, pero la gente joven ha vuelto a la miseria del periodismo de antes de los 70. La gente se queja de que el periodista no levanta la voz: ¡cómo la va a levantar por 800 euros si cuando lo hace se arriesga a que le echen!”.

¿Es real entonces que el periodismo corre peligro? Armada: “No me gusta la teoría de la conspiración, pero en España parece que hay interesados en deformar las mentes lectoras, formar lectores más dóciles y menos críticos”

Martí: “Puede haber gente interesada en controlar los periódicos, no el periodismo, y eso lo sufren más quienes hacen periodismo local. El soporte es lo de menos, aunque quizás el modelo de grandes periódicos se quede en dos grandes cabeceras, o en cuatro como en EEUU, el tema es volver a contar historias”. “Los periódicos a veces se convierten en periódicos parroquianos cuyo objetivo es reflejar los prejuicios de los lectores, que ven en ellos plasmado su pensamiento”, añade Martí sobre la necesidad de los medios de fidelizar a su ‘cliente’.

Lobo: “Hay miedo a salirse del carril. Los directores saben mejor que un enviado lo que está pasando en cada sitio, pero parece que todos tenemos que tener las mismas imágenes, los mismos titulares; y luego cuando alguien se sale de ese carril resulta que gusta. Tenemos la manía de buscar imágenes espectaculares. El espectáculo, para el circo. Degradamos el lenguaje, no sabemos escribir, y cuando lo dices te llamas talibán… Si no cuidamos el lenguaje… La tele es un asesinato constante del lenguaje. Y la gente se cree lo que sale en la tele…”

Martí: “La gente joven, en general, no lee. Prensa escrita desde luego que no. Y es un déficit de la gente que llega al periodismo: el periodista tiene que leer.

Con el futuro del periodismo en entredicho, ¿qué pasa con el futuro de los periodistas? Martí introduce algo que siempre ha perseguido al periodismo, el intrusismo, pero con una evolución que considera perversa: los opinador    es. “Me indignan los tertulianos, que hoy hablan del FMI y mañana de Uganda y pasado de lo que haga falta. Son capaces de decir una cosa y la contraria en el mismo debate con una pasión asombrosa. No soy partidario de la pena de muerte pero al 90% los ajusticiaría”, ironizó. “El análisis, bien hecho, tiene que estar  en manos de especialistas, porque esa es la credibilidad”, añadió.

Y más: “Un analista no puede analizar cinco cosas a la semana, eso requiere mucho mimo y cinco no es sostenible”.

Con todo, Martí apuesta por “reservar al periodista para el combate, para contar historias, y reciclar a especialistas para analizar”. Ahondando en la cuestión, es contrario al peridismo ciudadano. “Estoy en contra. Puede ser un buen contacto, para un periodista de local es esencial, pero a partir de ahí es el periodista el que debe actuar, no es cuestión de ser elitista pero es así”.

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