DECIMOSEXTO FESTEJO DEL ABONO

David Mora, con firmeza, amarra el triunfo

  • El torero madrileño consigue el único trofeo del festejo tras una notable faena a un gran toro de El Pilar. El Cid cierra su feria en blanco · Luque se eterniza en una labor para premio y acaba escuchando dos avisos.

David Mora, que el año pasado se convirtió en revelación de la temporada española y en Sevilla dejó una grata impresión, en sendas corridas otoñales, pasó de puntillas en la corrida de Victorino del pasado martes. Necesitaba, por tanto, un triunfo en la corrida que se celebraba ayer, perteneciente a la ganadería de El Pilar-Moisés Fraile, que fue muy dispar en hechuras y juego.

David Mora contó con el mejor toro del encierro, un ejemplar bien hecho y encastado, que peleó desigualmente en varas, pero que metió muy bien la cara tras la muleta. El comienzo de su lidia despertó interés, ya que el propio Mora, en un quite por chicuelinas, y Daniel Luque, con otro mejor, por delantales, levantaron sendas ovaciones.

El toro embistió con transmisión. Y frente a Vilanero, David Mora se mostró firme. Comenzó la faena con unos doblones estéticos y mandones. En las afueras, con la diestra, tiró muy bien del animal para alargar los muletazos. Con la izquierda, hilvanó buenos naturales. Magnífica la serie que bordó con las plantas asentadas y toreando en corto y hacia adentro. El público se volcó en una gran ovación. Con la pañosa de nuevo en la izquierda, el toro se le quedó debajo en uno de los muletazos. Aguantó el tipo David Mora, sin enmendarse y el toro le propinó un varetazo y lanzó por los aires en una seria voltereta. Se rehizo el torero para otra serie por ese pitón. Y en una faena inteligente y medida, cerró con doblones y se gustó en variados muletazos con torería. Hacía falta tirarse con fe para cobrar el premio. Mora lo hizo y enterró la espada. Trofeo merecido.

Con su anterior astado, flojo y manso, al que le costaba embestir, el trasteo careció de emoción; ya que cuando David Mora intentaba bajar la mano, el toro perdía las suyas.

El Cid cerró su feria en blanco. Con el feote primero, flojo, manso y de mal estilo, consiguió una tanda buena por cada pitón. El trasteo no caló en el público. Y para colmo, el saltereño  estuvo desacertado con los aceros.

El gigantón y basto cuarto, al que le dieron fuerte en varas, metió la cara tras la franela, aunque sin clase. El Cid no consiguió acoplarse.

Daniel Luque terminó su paso por el ciclo abrileño sin alcanzar el éxito. No tuvo un buen lote. Su primero, alto y largo como un tranvía, con movilidad, no llegó a humillar y acabó rajado y en tablas. Luque, robó muletazos por ambos pitones en un trasteo que no llegó al público.

El grandote sexto, que derribó en varas y a punto estuvo de coger a un monosabio, consumió mucha gasolina en una faena excesivamente larga de Daniel Luque. De hecho, el torero escuchó un aviso antes de entrar a matar. Luque comenzó sin atosigar al ejemplar de El Pilar. Y brilló especialmente en naturales aislados de bello trazo (el mejor pitón era el izquierdo). Intercaló un repertorio amplísimo y con sabor torero, en trincherillas, ayudados. El público estaba metido en la faena, pese a la inoportuna llovizna. Después de una tanda con la izquierda, con ligazón, el torero persistió y alargó la faena en exceso. Un muletazo del desprecio y un remate fueron de categoría. Entonces sonó el primer aviso. Luque, imperturbable, se gustó en unos muletazos finales. Llegó la suerte suprema. Al torero le costó un mundo cuadrar al cornúpeta, pasado de faena y distraído. Precisó de dos pinchazos y dos descabellos y sonó el segundo aviso. Y lo que hubiera sido una faena de premio, si llega a acertar con la espada, acabó en una ovación y con dos recados presidenciales.

El público, desencantado en los cuatro primeros actos, llegó a entregarse en los dos últimos. Y vibró fundamentalmente con la notable y firme faena de David Mora a ese quinto, Vilanero, un toro encastado y con transmisión.

Ficha del festejo:

DECIMOSEXTO FESTEJO DEL ABONO EN LA MAESTRANZA

GANADERÍA: Corrida de El Pilar-Moisés Fraile, de muy dispares hechuras y juego. El mejor, el quinto, encastado y con transmisión, que fue ovacionado en el arrastre.

TOREROS: Manuel Jesús ‘El Cid’, de verde y oro. Estocada muy trasera y muy tendida, que escupe el toro y seis descabellos (silencio). En el cuarto, estocada (silencio). David Mora, de azul marino y oro. Estocada entera arriba (silencio). En el quinto, estocada trasera (oreja). Daniel Luque, de caña y oro, con remates negros. Estocada y cuatro descabellos (silencio). En el sexto, pinchazo, pinchazo hondo y dos descabellos (saludos tras ovación y dos avisos).

Incidencias: Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Viernes 27 de abril. Tres cuartos de entrada en tarde nubosa, con viento en la primera parte del espectáculo y ligera llovizna en el sexto. David Mora fue atendido de un varetazo corrido en la cara interna del muslo izquierdo, de pronóstico leve.

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