Laura Ocaña es una psicóloga y criminóloga que lleva años especializada en la atención a mujeres víctimas de la violencia de género. Sigue trabajando para una de las mayores asociaciones del sector, Amuvi, y fundó la ONG Acción Social por la Igualdad. Ha trabajado con decenas de adolescentes, de los que aprendió que se vinculan con relaciones muy tóxicas desde edades muy tempranas. De esta experiencia surge ahora un nuevo proyecto, una empresa llamada Buentrato, con la que venden objetos que fomenten mensajes positivos y hagan campaña contra la violencia familiar.

Camisetas, tazas, chapas y otros objetos con los que reforzar la autoestima y el amor propio pueden adquirirse a través de la web www.buentrato.eu. "Se trata de lanzar ese mensaje, quiérete mucho, que te amen tal y como eres. La sociedad nos vende un amor tóxico que nos predispone a mantener relaciones que no nos hacen sentir bien. Nos encontramos en muchas ocasiones casos de mujeres que son víctimas de malos tratos por parte de parejas distintas a lo largo de su vida. Esta sociedad nos enseña a erotizar al chulo, al chico malo, y no al compañero que nos trate bien", apunta la responsable de este proyecto, puesto en marcha con otras dos socias, Carolina González y Mariola Pérez.

Para Laura Ocaña, es fundamental que la mujer que puede ser víctima del maltrato sepa que necesita a un hombre que "le sume" cosas y no "que la complemente", que "el vínculo no se establezca desde la carencia". "En terapia vemos casos de adolescentes que no se quieren bien, que se dicen mensajes negativos, e incluso se bañan con camiseta en la playa por complejos. Todo eso es lo que queremos borrar. Por eso hace meses sacamos camisetas con mensajes contrarios a los que percibimos a diario a través de canciones o de películas, en las que continuamente oímos que alguien no puede vivir sin la otra persona. Es justo lo contrario lo que buscamos. En psicología lo que no se nombra no existe", apunta Ocaña.

En cuanto a los perfiles de víctimas, esta especialista señala que no hay ninguno predeterminado y que el maltrato se da en todas las clases sociales, estamentos y profesiones. "Tenemos mujeres víctimas con estudios universtarios, con más recursos a su alcance, pero cualquier mujer puede ser víctimas de violencia de género".

El origen del nombre del proyecto es un guiño al lenguaje. "La RAE contempla la palabra maltrato, pero no buentrato, así que se nos ocurrió ponerlo en marcha". Ocaña es especialista también en relaciones sanas y sexualidad, algo que le sirve en su trabajo diario, donde ha tratado a víctimas del sexting, cuyas imágenes practicando sexo se difundieron en redes sociales o teléfonos móviles.