Vivir en Sevilla

Goya abre Simof

  • Vista atrás a través de los volantes en la primera jornada del Salón Internacional de la Moda Flamenca.

La vigésima segunda edición del Salón Internacional de la Moda Flamenca (Simof) ha arrancado con algo diferente pero con los mismos elementos de siempre de la mano de Lina: rompedora, señorial y atrevida. Su colección Miradas llevó aires goyescos a la pasarela flamenca, bajo los conceptos de equilibrio, contraste e identidad. Su propuesta para esta Feria de Abril se compone de escotes rectos casi inexistentes y pureza en los patrones. Lina homenajea al pintor español Francisco de Goya con flamencas guapas y majas, como las damas del siglo de la ilustración. Vuelven los bordados, los encajes de guipur, las hombreras con flecos, las mangas con volantes y en lugar de flores en la cabeza lazos tornasolados. Elegancia y feminidad a toda costa gracias a trajes que consiguen el movimiento perfecto con sus inconfundibles enaguas de organdí.

La segunda parte de la tarde se vistió de ecuestre e inspiración inglesa con la colección Save the Queen de Aldebarán. Esta diseñadora cordobesa busca en el origen de la amazona actual la confección de estilo sport country atemporal. Seguidamente Pilar Vera repasó las diferentes épocas del vestir flamenco. Trasladó a Simof a los cafés cantantes y tablaos con trajes favorecedores, flamencos y llenos de lunares grandes en contraposición con años anteriores. Diferentes texturas y colores desde el algodón al satén. Amparo Pardal se inspira en el estilo los detalles del Art Nouveaude finales del siglo XIX en su colección Alma Nouveau. Con ella, los asistentes también miraron al pasado gracias a sus vestidos llenos de ornamentación sobre formas sinuosas, femeninas y delicadas.

Por su parte Álex de la Huerta sorprendió con su colección La caza de brujas, con una flamenca atrevida, transgresora y segura de sí misma. Se apreció su patronaje avanzado formado por escotes a la caja, mangas largas sin volantes, chaquetas americanas y volantes que emergen etéreos y volátiles. En cuanto a los colores, predomina el negro riguroso, el azul de noche y el verde inglés. La versión de Manuela de Pedro Béjar nace de la inspiración materna y una línea retro. Todo surge a partir del blanco y el negro como en las fotografías de los años sesenta, recreando los volantes de la época. Flamencas que no temen el volumen, la subida del talle a la cintura, el punto álgido del folclore andaluz. Béjar viste a flamencas para toda la primavera: la Feria de Abril, el camino del Rocío y cualquier fiesta regional.

El cierre de la primera jornada de Simof lo protagonizó la diseñadora sevillana Patricia Bazarot, con Mujer de las mil batallas, inspirada en las vivencias de personas muy cercanas a ella. Positividad, alegría, ganas de vivir y emociones de superación. Líneas y cortes con grandes dosis de imaginación que realzan y estilizan. De nuevo se vieron volúmenes en las faldas, seña de identidad de esta temporada flamenca; mangas infinitas y diversidad de escotes. En este caso las espaldas robaban el protagonismo al resto del vestido, sello de esta diseñadora.

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