josé antonio lópez. barítono

"Mi música de cabecera es siempre la de Bach, todos bebemos de él"

  • Es una de las voces españolas con mayor proyección internacional y acaba de debutar en la temporada operística del Maestranza como Ford en 'Falstaff', título que hoy se despide del público

José Antonio López, barítono murciano formado en Hungría, en su camerino del Teatro de la Maestranza.

José Antonio López, barítono murciano formado en Hungría, en su camerino del Teatro de la Maestranza. / juan carlos vázquez

El barítono murciano José Antonio López acaba de estrenar el rol de Ford en el exitoso Falstaff que hoy se despide del público del Maestranza. Comprometido con la música barroca y la contemporánea -estrenó El público de Mauricio Sotelo en el Real bajo la batuta de Pablo Heras-Casado-, su gran momento artístico le llevará en los próximos meses al Musikverein de Viena y al Cincinnati May Festival, cuyo nuevo director principal, el vitoriano Juanjo Mena, cuenta con él para interpretar el Mesías de Haendel.

-¿Qué le atrae de la música de Verdi y de su papel en Falstaff?

-Empecé hace poco a cantar Verdi y este es el cuarto título que sumo a mi repertorio tras La Traviata, Aida y Otello. Es además mi debut en la temporada operística del Maestranza y estoy maravillado con cada elemento de esta producción y, por supuesto, con Ford, aunque se pasa casi todo el rato enfadado y es tan serio que llega a resultar ridículo. Falstaff no es dramática como suele ser costumbre en Verdi y además es muy coral. No es la típica ópera donde se suceden las arias y los dúos, es la última que escribió y está todo muy evolucionado. Me interesa especialmente la capacidad que tiene Verdi para casar el texto con la música. Y me apasiona la capacidad dramática que impone en la melodía a la gente de mi cuerda, es alguien que decidió darle al barítono una gran importancia y lo que escribió para los personajes que yo puedo cantar es maravilloso: una música muy exigente en fuerza, volumen y dinámica, pero también en expresividad y colores.

-¿Con qué modelo de barítono verdiano se identifica más?

-Probablemente con Leo Nucci, que interpretó un Ford maravilloso en Covent Garden con Renato Bruson haciendo de Falstaff y recomiendo ver a todo el mundo porque está accesible en Youtube. Nucci es admirable en todo cuanto hace, en el aspecto vocal y el humano, un artista muy querido.

"Ojalá los músicos de la OBS monten un día una 'Pasión según san Mateo' y me llamen para cantarla"

-Otra fortaleza de su repertorio es Bach, compositor que propició su anterior visita al Teatro de la Maestranza junto a la Barroca de Sevilla. ¿Qué destaca de esta formación con la que ha trabajado en varias ocasiones?

-Hace años ya participé con la OBS en una Misa en si menor de Bach que giró por varias capitales andaluzas pero el recital de cantatas de Bach que hicimos juntos en abril de 2017 en el Maestranza fue para mí inolvidable. Tuve la ocasión de interpretar la cantata 82, Ich habe genung, que es probablemente mi favorita. Los músicos de la Barroca son increíbles y su calidad extraordinaria. Espero que monten algún día una Pasión según san Mateo y me llamen para cantarla.

-Regresa pronto a Viena para interpretar a Bach, esta vez dirigido por Martin Haselböck.

-Sí, cantaré el 11 de marzo con Haselböck la Pasión según san Juan en la Musikverein, la sala dorada que acoge el célebre concierto de Año Nuevo. Hace dos años me llamó para participar en una Pasión según san Mateo con un reparto formado íntegramente por cantantes alemanes y austríacos e hice de Jesús, que es un rol muy declamado, así que si ahora repito con ellos no le parecería tan mal... Bach me gusta muchísimo y mi música de cabecera es siempre la suya. Cuando puedo estudiar y tocar el piano empiezo por Bach porque despeja mucho. Todos bebemos de Bach y escuchando temas de música pop, por ejemplo, encuentro secuencias armónicas que él empleaba a menudo.

-En el Maestranza hace años que no se programa ópera barroca representada, un repertorio que ocupa buena parte de su carrera.

-Mi última ópera barroca ha sido Rodelinda de Haendel en el Teatro Real. Es cierto que las óperas barrocas suelen ser largas y tienen muchos discursos y recitativos pero sus historias son geniales y la música tiene una calidad tremenda que hace que el público las demande cada vez más. Hablamos mucho de Wagner pero métete con óperas de Haendel, que tiene un poder dramático enorme y escribió para sopranos y contratenores arias maravillosas.

"Me apasiona el flamenco y participar en 'El público' con Arcángel y Jesús Méndez fue increíble"

-¿Cómo fue la experiencia con Heras-Casado y Mauricio Sotelo en El público de Lorca?

-Soy un enamorado del flamenco y ver cómo pasaba Mauricio Sotelo la forma musical del cante jondo a una partitura era algo increíble. Era una composición muy difícil de cantar y recuerdo ahora también las horas de maquillaje y los cambios continuos de vestuario pero disfruté muchísimo con ese trabajo lorquiano donde, entre otros intérpretes, figuraban dos cantaores extraordinarios, Arcángel y Jesús Méndez. Nos dirigía Pablo Heras-Casado, con el que hace poco coincidí en una Novena de Beethoven en el Auditorio Nacional en Madrid. Es un director con el que me gusta mucho trabajar, me interesa cómo se mueve. Como a mí, no le importa saltar de períodos: me encanta el Barroco pero no descarto cantar Verdi y luego hacer música contemporánea o picar zarzuela. No me gustan las etiquetas, intento combinarlo todo, ajustar distintos trajes a la medida de mi voz.

-¿Selecciona mucho sus roles?

-Selecciono bastante porque por desgracia no puedo hacerlo todo y dedico mucho tiempo a estudiar; el papel de Ford, por ejemplo, me ha supuesto seis meses de preparación. Del Barroco sólo canto obras de Bach y Haendel. Y respecto a Haendel, sigo el consejo que me dio hace unos años el contratenor Carlos Mena, que además de un gran especialista es un buen amigo: centrarme en el repertorio de dos cantantes para los que escribió, Boschi y Montagnana, que tienen unas tesituras muy parecidas a las que yo puedo dar. Haendel creó para Boschi Rinaldo, título que ya he cantado y es uno de mis predilectos.

-¿Para cuándo Wagner?

-El año pasado hice mi primer Wagner, El holandés errante, y me encantó. Entendí por qué la gente se engancha a Wagner. Recuerdo darme cuenta de repente de que llevaba cuarenta minutos cantando sin parar y sin salir de escena. Cuando me ofrecieron El holandés me lo pensé muchísimo, terminar la ópera fue para mí como completar una maratón. Quedé muy contento de esa primera experiencia y espero que haya más Wagner pero tomándolo con cuidado, porque cansa mucho.

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