Guerra total al insulto
sevilla f.c.
El Sevilla idea un protocolo contra cánticos ofensivos.
De 82 expedientes abiertos en la Liga, 28 fueron contra el club de Nervión, que los recurrió todos y salvó la mitad.
El Sevilla le ha declarado la guerra total al insulto. El club de Nervión ha dado un gran paso en la batalla frente a los que usan la violencia verbal por norma y frente a la contumacia de los comités en sancionarlo más que a ningún otro club. José Castro anunció este viernes que el Sevilla va a realizar un protocolo de prevención y persecución de los insultos. Aún está en fase embrionaria y Fernando Bernal, director de seguridad del club, está recibiendo distintas ideas. Pero entre éstas, al margen de las anunciadas reuniones con distintos sectores de la afición, está la sanción a los que insultan en el estadio. Podría haber aperturas de expedientes contra los reincidentes e incluso retiradas del carné de socio.
En el fútbol, como en cualquier aspecto de la vida, la educación y el respeto son fundamentales para preservar los valores que lo cimentan. Eso es difícilmente refutable. Como lo es que el Sevilla sea el equipo más perseguido por los comités por el simple hecho de que, agravios comparativos al margen, que también los hay, en el Ramón Sánchez-Pizjuán hay demasiados cánticos ofensivos que van contra el reglamento auspiciado por Javier Tebas, como presidente de la LFP, desde la muerte de Jimmy.
Baste un dato para ilustrar esto. En los dos años aproximados en los que la LFP instauró el protocolo contra los insultos en el fútbol, desde aquella fatídica mañana del 30 de noviembre de 2014, el Comité de Competición ha abierto 82 expedientes sancionadores a distintos clubes de Primera División. Pues bien, de esos 82, nada menos que 28 han sido contra el Sevilla. Bueno, contra los cánticos ofensivos escuchados en el Sánchez-Pizjuán, la mayoría de las veces procedentes de un sector de Gol Norte. El 34% de los expedientes sancionadores, nada más y nada menos, ha sido contra el Sevilla, responsable subsidiario de los mismos. Eso se ha traducido en estos dos años y pico en 300.000 euros de multa que, como explicó José Castro, el gabinete jurídico logró dejar en 110.000 euros.
Es un éxito de los juristas del club, departamento que en estos momentos tiene como principal cabeza visible a Jesús Arroyo -que trabaja en estos casos mano a mano con José María Cruz- que de esos 28 expedientes la mitad, 14, fueran resueltos a favor del Sevilla, que siempre recurre cualquier propuesta de sanción hasta agotar la vía administrativa. Pero eso no significa que vaya a seguir sacando adelante las nuevas sanciones que se le vienen encima. La del cierre parcial de la grada de Gol Norte (sectores N11 y N12) es la más grave hasta ahora.
El Sevilla va a seguir recurriendo, pero ya teme que sea inviable sacar adelante recursos si continúa la reincidencia en los insultos, sobre todo de forma organizada y desde ese sector de Gol Norte. Porque esta última propuesta de sanción llega tras otras tres anteriores, que sólo contemplaban multa económica, por cánticos en los partidos contra el Betis, el Atlético y el Barcelona. Por estos expedientes hay recursos presentados y aún no resueltos. El día del Málaga colmó el vaso de la paciencia del Comité de Competición, pese a que ese día los Biris abandonaron la animación organizada después de que una mayoría del estadio pitase contra el cántico de "puta Málaga".
Tras el partido con el Málaga llegaron los del Real Madrid en Copa y en Liga, en los que se generalizaron los insultos contra Sergio Ramos a raíz del episodio de su penalti a lo Panenka. La sanción en este caso puede ser ejemplar, algo contra lo que quiere luchar el Sevilla, que pide igualdad ante la ley. Pero ésta es otra batalla, igual de dura. La ventaja del Sevilla para zanjar los insultos es que Nervión ya ha acogido todos los partidos de alto voltaje: Betis, Atlético, Valencia, Barcelona, Málaga, Madrid... En teoría, bajará el nivel de insultos, y no sólo por la petición del club.
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