Opinión | Pisando área
Jesús Alba
Bienvenido a España, señor Almeyda
Pidiendo la hora y con una nerviosera impropia de un equipo de este nivel, el Sevilla suspiró de alivio con el pitido final de William Collum tras poner en grave riesgo su pase. El Basaksehir supo jugar sus bazas, el juego combinativo y el oficio para olisquear los nervios, y esperó su momento ante un Sevilla asfixiado después de hartarse de correr presionando arriba. Pero el desastre de una medular en la que las posiciones adelantadas de N'Zonzi y Banega impidieron una efectiva defensa en bloque casi dan al traste con el objetivo.
La calidad del Sevilla, en dos conexiones exquisitas, las de Jesús Navas con Escudero y Nolito con Ben Yedder, puso el partido de cara. Pero los turcos siguieron a lo suyo, tocando y tocando ante un rival desfondado por presionar arriba en una noche tórrida.
En posiciones fijas, Adebayor meneó el sistema saliendo de su posición de nueve para ubicarse en la de siete. Ahí aprovechó la indolencia de Correa para seguir a Caiçara, Pizarro llegó tarde a la cobertura y Mercado no cerró a tiempo: 0-1 y aviso del problema. El togolés hizo sufrir a Lenglet, a Escudero, a Pareja... Fue un incordio siempre.
En la segunda mitad, Berizzo intentó reajustar aquello. N'Zonzi se retrasó unos metros, pero acabó yéndose de nuevo más arriba. Banega no podía ya ni intentar replegar y en un desajuste en el que cambió su posición con la de Jesús Navas, el Basaksehir combinó con tranquilidad por la izquierda hasta hacer el 2-2, en fuera de juego. En otro avance por la derecha que nadie en la medular supo frenar por su absoluto caos, Emre envió una falta al palo que casi convierte la era de Berizzo en un infierno.
La salida del Sevilla fue fulgurante y casi le sale bien. Jesús Navas, N'Zonzi, Banega, Ben Yedder y Correa presionaban arriba y los robos ocasionaron hasta tres oportunidades tempranas de abrir el marcador. Pero, en ataque estático, Banega no supo hacerse con el mando. Le faltó tacto en los controles y en los pases, bien encimado por los dos pivotes turcos. N'Zonzi tampoco rompió líneas y los extremos, demasiado abiertos, no desajustaron al bien plantado Basaksehir. Jesús Navas apenas apareció, mientras Correa empezaba mucho y terminaba poco.
La segunda parte, en cambio, fue otro cantar. Berizzo ordenó que sus alas aparecieran por dentro y los laterales, por fuera. N'Zonzi comenzó a iniciar el juego desde atrás y a conectar con Banega y el Basaksehir acusó el mejor escalonamiento del Sevilla. Los goles, no obstante, llegaron por dos robos. Uno de Pareja, que inició una contra en la que fue clave la potencia de Correa, y otra, más arriba, de Pizarro, que abrió a Banega y éste buscó a Nolito. En ataque estático, poca precisión.
Hay recursos para definir arriba, aunque tardaron en aparecer.
La presión adelantada no se contrapesa con un efectivo repliegue en un equipo demasiado largo.
S. Rico Vendido en los dos goles, tuvo poco más trabajo.
Mercado Tiene problemas para cerrar en centros pasados.
Pareja Impreciso en la salida y alguna salida a destiempo, fue clave en la anticipación.
Lenglet Mantuvo el tipo pese a que Adebayor lo incordió.
Escudero Le costó fijar su marca. Decisivo cuando subió.
Pizarro Siempre en el pleito, con mucho campo que cubrir, llegó tarde a alguna cobertura.
N'Zonzi Se descolgó para presionar arriba y eso le quitó frescura para jugar y marcar.
Banega Desde el inicio acusó la presión de los medios y no dio la pausa necesaria. Acabó desfondado y no replegó.
Jesús Navas Obturado en la primera mitad, otra vez clave cuando se le abrió el espacio.
Ben Yedder Se hartó de correr para presionar y aun así mantuvo la precisión. Golazo.
Correa En el área le falta frialdad, pero su cuerpeo en el 1-1 fue determinante.
Nolito Inteligencia callejera, frialdad y calidad.
Montoya Tosco, pero amarró.
Sarabia Testimonial.
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