Seguridad ciudadana

La Policía de Bormujos incorpora a un perro especializado en detección de drogas

  • El can es un labrador de 18 meses, que está completando su preparación 

  • También será importante en registros e inspección en zonas de difícil acceso 

El nuevo perro policía de Bormujos, Kiko, junto al alcalde, Francisco Molina, y el agente con el que vive, Eloy Sánchez.

El nuevo perro policía de Bormujos, Kiko, junto al alcalde, Francisco Molina, y el agente con el que vive, Eloy Sánchez. / M. G.

La Policía Local de Bormujos ha incorporado a su equipo a un perro. Se trata de Kilo, un labrador de 18 meses especializado en la detección de estupefacientes y que trabajará siempre de la mano del agente Eloy Sánchez, su propietario. Según ha informado el Consistorio en un comunicado, el primer cometido será inspeccionar los alrededores de los institutos de Enseñanza Secundaria, para detectar e impedir el menudeo de droga. 

El alcalde, Francisco Molina (PSOE), firmó el martes un convenio, por el que el oficial cede el can al Ayuntamiento de Bormujos, que crea así una Unidad Canina de la Policía Local. El Ayuntamiento, a su vez, se hará cargo de la manutención y gastos veterinarios del animal.

En la nota se destaca que el objetivo para la creación de esta unidad en la Policía Local es "ofrecer un servicio más visible y cercano a la ciudadanía, generando además un mayor sentimiento de seguridad".

La patrulla formada por el perro guía mantendrá la inspección de las zonas que presenten una mayor nivel de riesgo, como institutos o parques. El trabajo con Kilo se espera que comience a partir del día 1 de noviembre, con especial vigilancia en los alrededores de los institutos de Educación Secundaria, con la intención de evitar el posible menudeo de droga.

El perro permanecerá en su domicilio con el agente y podrá ser requerido por otros municipios que precisen su servicio. Aunque todavía tiene que completar su preparación, ya se puede empezar a trabajar con él, especialmente con una finalidad preventiva, ya que se trata de una herramienta disuasoria ante posibles actos delictivos. Su trabajo será la detección de sustancias estupefacientes y la prevención de comisión de delitos tales como el tráfico de drogas.

Igualmente, Kilo tendrá una función operativa realizando labores de intervención y defensa, así como registros en locales, vehículos o zonas de difícil acceso para los agentes de Policía, en los que pudieran encontrarse sustancias estupefacientes ocultas.

El hecho de que estos perros señalen de manera directa a la persona portadora de droga u otra sustancias, evitará además los cacheos de grupos, cuando se cuente con alguna sospecha de comisión de un delito.

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