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Virus del Nilo

La Junta esgrime un informe jurídico para insistir en que la competencia de control de mosquitos es municipal

  • Mantiene que los ayuntamientos deben asumir de forma directa, a través de la Diputación o contratando empresas la vigilancia y los tratamientos

Un operario fumiga en una zona límtrofe a Coria y Puebla durante el brote del virus del Nilo de 2020.

Un operario fumiga en una zona límtrofe a Coria y Puebla durante el brote del virus del Nilo de 2020. / D. S.

Un informe, elaborado por la Asesoría Jurídica de la Consejería de Salud y Familias a petición de la Dirección General de Salud Pública, ha concluido que la administración competente y que, por tanto, debe asumir los costes del control de los mosquitos que causaron el brote del virus del Nilo Occidental, el año pasado, en las localidades de Coria del Río y Puebla del Río, es la local, los propios ayuntamientos, que ya promovieron las labores de desinsectación y desinfección, con sus propios medios, a través de la Diputación o indirectamente, por empresas especializadas.

Así lo destaca la Junta en un comunicado, en el que añade que las actuaciones de desinsectación y de desinfección llevadas a cabo por algunos municipios, en este contexto del brote del Nilo Occidental, están dentro de sus competencias tanto desde el punto de vista territorial como desde el punto de vista material, conforme a lo previsto en la Ley 7/1985, de 2 de abril, de Bases de Régimen Local.

La Junta responde así de nuevo al malestar de los ayuntamientos, que han vuelto a insistir en que es un problema de salud pública y que, por tanto, es la Junta la que debe asumir esos trabajos sobre el terreno, complementarios a la labor que se hace en otros ámbitos para analizar los virus que estos vectores pueden tener, la presencia de los mismos en aves o caballos, así como todo lo relacionado con las alertas sanitarias.

El delegado de la Junta en provincia de Sevilla, Ricardo Sánchez, y el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, José María de Torres, se han vuelto a reunir de forma telemática con los alcaldes de los municipios de Coria del Río, La Puebla del Río e Isla Mayor, para informarles sobre el Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental, enmarcado en el Plan Estratégico de Vectores con incidencia en la salud.

Según recuerda la administración andaluza, el programa ha sido diseñado por la Consejería de Salud para minimizar el impacto del mismo en la población humana tras el brote de 2020 que se saldó con un total de 76 casos (40 confirmados y 36 probables), figurando 71 de esos casos en Andalucía y cinco en Extremadura y siendo estas tres poblaciones sevillanas las más afectadas por el brote.

En esta reunión, el delegado del Gobierno de la Junta ha puesto de manifiesto la necesidad de poner en marcha este plan que ha desarrollado la administración andaluza desde la "responsabilidad de ayudar a los municipios a reducir las enfer-medades transmitidas por vectores, como mosquitos o garrapatas, potenciando, coordinando e integrando la vigilancia y el control en diferentes ámbitos como el ambiental, el ganadero, el silvestre y de vigilancia epidemiológica humana con un enfoque one health (una salud)".

Ricardo Sánchez ha destacado la "gran labor de coordinación" entre administraciones que realiza la Junta y la "total implicación de la Consejería de Salud y Familias ante una situación excepcional de alerta de Salud Pública”.

También se ha referido al citado informe emitido por la Asesoría Jurídica de la Consejería de Salud y Familias sobre las competencias.

En un comunicado, la Junta recuerda que las condiciones ambientales de Andalucía, favorables a la proliferación de ciertas especies de vectores, las rutas migratorias de aves, el cambio climático y la globalización son algunas de las causas por las que la incidencia y distribución de enfermedades de este tipo van en aumento y requieren de una "estrategia integradora de todas las administraciones implicadas y de una comunicación fluida y precisa a la población andaluza", como se evidenció con el brote del año pasado. 

De ahí, el plan estratégico elaborado que cree "imprescindible" de cara a abordar el tipo, la cantidad y la distribución de los vectores que pueden transmitir enfermedades, la presencia de virus emergentes en ellos; la implantación de programas de vigilancia y control sean eficaces; la comunicación y coordinación con otras administraciones y la población; y el desarrollo de un plan de formación para que los profesionales que participen de manera activa, tengan el conocimiento técnico y capacitación necesaria, a través de adiestramiento en técnicas de inspección, monitoreo y control de mosquitos o garrapata

El plan, cuyo ámbito territorial comprende a toda la comunidad autónoma de Andalucía, se mantendrá activo de forma continua, centrando las distintas actuaciones en la época del año que se considere más adecuada, según los vectores, la enfermedad concreta y la evolución de la situación epidemiológica.

Para conseguir estos objetivos, el plan contempla, entre otras acciones novedosas, la identificación de las variables por tipo de enfermedad, que permitan evaluar el riesgo para la salud humana, derivado de la presencia de vectores y de la circulación de virus en los distintos territorios andaluces, estableciendo un sistema que integre toda la información procedente de las distintas fuentes actuales -animal, medio ambiental y humana- ampliando las mismas y generando nuevas vigilancias, potenciando la vigilancia entomológica en espacios naturales y urbanos.

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