"Si el Algarrobico cae será un aviso para navegantes"

mario rodríguez vargas. director ejecutivo de greenpeace españa

El responsable de la organización ecologista en España advierte de los peligros que acechan a Doñana, "una zona en estado de sitio"

Mario Rodríguez Vargas.
Mario Rodríguez Vargas.
Verónica Gayá

17 de noviembre 2014 - 05:04

Mario Rodríguez Vargas (Madrid, 1965) habla con contundencia y sin miedos , con un discurso pensado, interiorizado y repetido. Defensor a ultranza de las energías renovables, habla de justicia ambiental y social. [La entrevista fue hecha antes del incidente ocurrido en aguas de la isla de Fuerteventura, el pasado sábado, entre una embarcación de Greenpeace y una patrullera de la Armada, y en el que resultaron heridos dos miembros de la organización ecologista.]

-Lleva tres años ostentado el cargo de director ejecutivo de Greenpeace en España ¿Cuál es el balanca de este período?

-En la organización bien, tuvimos un momento complicado con la crisis, pero el apoyo de los socios no sabría ni cómo calificarlo. Pero desde el punto de vista ambiental tenemos una batalla campal, el retroceso en lo que yo llamaría el estado del bienestar medioambiental y de los logros conseguidos en las últimas décadas se está esfumando en meses. El Gobierno piensa que el medio ambiente es un obstáculo, una traba que hay que compatibilizar con la actividad económica.

-¿Por qué se antepone la economía a la ecología?

-Esta crisis tiene su origen en la degradación ambiental. La burbuja inmobiliaria venía siendo anunciada por Greenpeace desde hacía diez años, no en esta dimensión, pero sabíamos que iba a producir un problema importante. Pero quienes toman las decisiones que afectan al medio ambiente tienen las gafas puestas de los cuatro años, las electorales, o las gafas de los intereses económicos.

-¿Qué ocurre con el enredo del Algarrobico, en el Cabo de Gata? ¿Se solucionará algún día?

-No puede que ser que el mismo tribunal diga un año una cosa y al año siguiente diga la contraria, aquí algo no cuadra. Es un cambio muy radical. Es un hotel rotundamente ilegal, construido en dominio público. Se habían cambiado los mapas del parque para justificar un error político importante, que confería a la Junta la potestad de comprar el terreno. Casi veinte sentencias van en esta línea y de pronto sólo una, la de la licencia, va al contrario… Es ilegal que se termine, sería una aberración, pero… ¿posible? En este país es todo posible, ya lo estamos viendo.

-¿Qué opinión le merece la actuación de la Junta en este contencioso?

-Han tardado diez años en darse cuenta de que había que comprar el terreno, potestad que les confería el TSJA. Lo positivo es que se haya ejercido el derecho de retracto, de compra. Parece que ahora la Junta se lo toma en serio. Hay un embrollo tremendo, consecuencia de no haber actuado cuando hubo que hacerlo.

-¿Rodarán cabezas?

-Si quieren que la ciudadanía crea que hay un auténtico afán de regenaración democrática y de transparencia, sí. Aquí hay dos responsables directos: Susana Díez en Andalucía y Mariano Rajoy en el Gobierno, porque se incumple la Ley de Costas, que es estatal, y se incumple la normativa de un Parque Natural, que es responsabilidad de la Junta.

-Pero casos como el del Algarrobico hay muchos…

-Si el Algarrobico cae es un aviso a navegantes, no porque sea el más importante, sino porque es un icono. En muchos sitios las casas se hacen y luego hay que tirarlas. El problema es que en este país el tema de la suspensión cautelar no está bien, te piden unos avales económicos imposibles y de esa manera cuando la justicia te da la razón está todo construido. Se mueven en un espacio de impunidad. La Ley de Costas ha venido a legalizar un cúmulo claro de ilegalidades que había en la costa y les han dado otros 75 años más para que sigan estando ahí. En este país se permite la tropelía contra el medio ambiente y luego se legaliza. ¿Cómo? Pues si está en un espacio protegido, trato de quitarlo. ¿Que los mapas del parque natural incluyen al hotel? Los cambio y lo excluyo, que es lo que pasó en el Algarrobico.

-¿Se acabará almacenando gas en Doñana?

-Creo que no. El problema es que por una incompetencia política podría ser que se convirtiera en un segundo Castor. Yo quisiera saber qué prebendas se dieron a las empresas, qué garantías, para que en el caso de Castor paguemos 1.200 millones de euros todos los ciudadanos y en el caso de Donaña la empresa esté reclamando una indemnización ¿A quién se le ocurre habiendo un Plan de Ordenación de Uso y Gestión del parque que después de sacar el gas, ahora se llene? Doñana es un referente de la naturaleza a nivel mundial, asediado por la agricultura intensiva, los pesticidas, asediado por la sobreexplotación pesquera en el exterior, por las carreteras… Es una zona en estado de sitio.

-¿Dónde hay que centrarse en Andalucía?

-Nos preocupa que Andalucía, que de momento es una zona libre de transgénicos, pueda ceder a las presiones y tensiones de las multinacionales y de ciertos sindicatos agrarios. Nos preocuparía un cambio porque de momento es un ejemplo a seguir por no permitir ese modelo ligado a un oligopolio industrial como el eléctrico.

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