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Covid

Andalucía se acerca a igualar el pico de hospitalizaciones de la quinta ola del covid

  • El comité de expertos del Gobierno andaluz se reúne después de la fiestas

  • El vicepresidente, Juan Marín, ha adelantado que la Junta no adoptará nuevas restricciones

Dos personas salen del Hospital Virgen del Rocío, en Sevilla.

Dos personas salen del Hospital Virgen del Rocío, en Sevilla. / juan carlos muñoz

El sexto episodio de la pandemia se está desarrollando con un guión imprevisto. En el giro de la trama, en la que se ha introducido la transmisible variante ómicron, está cobrando un protagonismo estelar la campaña de vacunación, que el 27 de diciembre cumplió un año de administraciones a gran escala. Gracias al fármaco las olas han ido perdiendo magnitud, sobre todo en relación a los enfermos críticos. Era la idea. El nuevo linaje del coronavirus, detectado por vez primera en el sur de África y que se ha propagado a una velocidad de vértigo por todo el planeta, está planteando retos renovados a los administradores públicos, casi tan cansados de la crisis del Covid-19 o más que sus administrados. Con cotas de casos positivos por las nubes, con las cifras de contagios más elevadas desde marzo de 2020 -ahora hay pruebas diagnósticas al alcance de todos-, el Gobierno andaluz tomó hace semanas la decisión de tener como referente para medir la gravedad en materia de salud pública el indicador de los hospitalizados. El propósito, según anunció el consejero de Salud, Jesús Aguirre, era adoptar medidas más estrictas cuando los ingresos "rondaran" el millar. Ayer había un total de 1.388 y lleva desde el 3 de enero por encima de mil.

De esos 1.388 enfermos en los hospitales andaluces, 1.198 están en las plantas convencionales y 200 requieren una atención más específica en las UCI, según los números oficiales de la Consejería de Salud. Estas cantidades se aproximan al cenit de la quinta ola, cuya máxima ocupación hospitalaria alcanzó los 1.225 pacientes en camas regulares, 27 más que ahora. Un tris. Estos datos contradicen los mensajes de Aguirre de la situación hospitalaria, que hasta ahora ha definido como "alejados" de las olas anteriores.

El récord de ingresos en Andalucía, eso también lo recuerda a menudo el consejero de Salud, se produjo el 2 de febrero del año pasado. Un total de 4.980. Fue el pico de la tercera ola. La diferencia entre las dos cotas, la actual y la de hace un año, es sin duda la protección conferida por las vacunas. Con más de un 80% de la población con dos dosis y en la cuenta de un porcentaje importante de personas con más de 60 años, los más vulnerables, con la tercera dosis administrada, es altamente improbable que los hospitales andaluces lleguen a aquel grado de saturación. La cuestión es preguntarse cuándo es el momento de tomar medidas para evitar incesantes incrementos.

El pasado 10 de agosto fue el pico de la tercera ola. Para entonces, el Gobierno andaluz pedía toques de queda de madrugada y había limitaciones de comensales y aforos en los bares, entre otras políticas de contención. El comité de expertos se reunirá cuando acaben las fiestas. Sin embargo, el vicepresidente andaluz, Juan Marín, avanzó el miércoles que el Gobierno no tiene en mente la adopción de más restricciones. El sexto episodio de la pandemia está forzando a los dirigentes al reto de desdecirse. De las medidas cuando "rondara" el millar de ingresos a la optimista previsión de Marín.

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