Andalucía

Andalucía aumenta los controles de reetiquetado y trazabilidad tras la crisis de las fresas con hepatitis

Fresas.

Fresas. / EP

La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural va a intensificar el Plan Especial de Control de Reetiquetado y Trazabilidad que tiene en marcha en Andalucía desde el año 2020 para perseguir y sancionar las prácticas desleales que se puedan producir al realizar alteraciones relativas al origen o la trazabilidad en las etiquetas de productos importados que llegan a la comunidad autónoma.

El aumento de los controles que realiza el Gobierno andaluz se ha iniciado ya en la presente campaña en el sector de las frutas y hortalizas, donde se ha puesto el foco, especialmente, en los productos que proceden de terceros países; es decir, de zonas productoras no incluidas en la Unión Europea.

Con esta vigilancia más exhaustiva, la Junta de Andalucía persigue evitar que el sector hortofrutícola de la región se vea perjudicado por prácticas desleales y falsificaciones en origen.

El Gobierno andaluz va a intensificar estos controles, especialmente en cítricos, fresas y frutos rojos y resto de frutas y hortalizas respondiendo así a los acuerdos alcanzados en la Mesa de Interlocución Agraria de Andalucía y va a estudiar la posibilidad de endurecer las sanciones a aquellas empresas que no cumplan con la normativa vigente.

En concreto, los técnicos de la Consejería de Agricultura han realizado más de 1.300 controles encaminados a comprobar que el etiquetado de los alimentos cumple con la normativa relativa a trazabilidad y, por tanto, se indica su origen tanto en las etiquetas como en los documentos administrativos.

La ejecución de estas inspecciones muestra la implicación de la Junta en el desempeño de sus funciones de control de los etiquetados pero, para poder tener mayor garantía de que todos los alimentos que llegan al mercado cumplen con la normativa, es preciso que las demás administraciones cumplan también con sus competencias.

Al respecto, desde Andalucía se considera necesaria la intensificación de los controles en los Puesto de Inspección Fronterizos (PIF) de los puertos, que deberían aumentar su personal para poder realizar inspecciones más exhaustivas y ágiles que las que se llevan a cabo actualmente a los alimentos procedentes de terceros países en materia sanitaria y fitosanitaria.

Además, como se viene demandando desde hace años desde Andalucía, para garantizar que todos los productores tienen la misma capacidad para competir en el mercado europeo es imprescindible también la inclusión de cláusulas espejo en los acuerdos comerciales que se firman en Bruselas con terceros países.

El Gobierno y sector andaluz no pierden la esperanza de conseguir esta justa reivindicación en la que se seguirá insistiendo por parte del Ejecutivo autonómico para que el Gobierno central ejerza su papel de defensor del campo español ante la Unión Europea.

Únicamente de este modo se podrá evitar la competencia desleal que perjudica a los agricultores y ganaderos comunitarios.

El caso de las fresas de Marruecos

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, explicó el pasado 6 de marzo la crisis alimentaria provocada por una partida de fresas contaminadas con hepatitis A y mandó un mensaje tranquilizador, ya que una vez localizado el distribuidor, el producto "no ha salido al mercado". "Las noticias que tenemos son tranquilizadoras porque hemos localizado al distribuidor y nos dice que no las ha comercializado", ha sostenido. Juanma Moreno ha atribuido a Sanidad Exterior una falta de control en las fronteras, pero fuentes de este organismo han negado esa versión

Sanidad Exterior cuenta con un sistema de control en el puerto de Algeciras, que es un punto de frontera exterior de la Unión Europea, y fue allí donde se detectó el problema. Las muestras se analizaron, se sometieron a un cultivo y, al dar positivo en el virus de la hepatitas A, se transmitió al sistema de alertas RASFF, de ámbito europeo. La comunicación es del 4 de marzo. La propia Junta está dentro de ese sistema de alertas, por tiene la información de modo automático. La mercancía quedó bajó la custodia del distribuidor español hasta conocer el resultado de los análisis, tal como marca el protocolo en estos casos.

Sin embargo, la Junta sostuvo que el producto lo importó una empresa de Huelva y que estaba previsto que lo distribuyera otra de Sevilla, y que fue ésta la que avisó a las autoridades autonómicas de que el fruto "no estaban en buen estado". En lo que sí coinciden Junta y Sanidad Exterior es que el producto no ha llegado a comercializarse. 

En su comparecencia junto al presidente de Canarias, Pedro Clavijo, Juanma Moreno aclaró que "la Junta recibió el aviso el 4 de marzo por la tarde y, en tiempo récord, en tan solo 24 horas, hemos localizado al importador, que es de Huelva, al distribuidor que es de la provincia de Sevilla, que nos ha asegurado que no llegó a ponerlas en el mercado".

Moreno ha denunciado que "los controles de Aduanas fallaron", un extremo que niega Sanidad Exterior. "Esas fresas no debieron entrar en España y pedimos al Gobierno que examine los controles y protocolos que tiene establecidos y evite estas situaciones cuando llegan productos de terceros países a nuestro país". Por ello, ha insistido en que "las fronteras las controla Sanidad Exterior y tiene que actuar. Esto responde a la falta de interés que denuncian muchos productores".

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