Los teléfonos echaban humo. "Mi hija me llamó cuando ocurrió todo, que se estaba liando en el instituto porque había un chiquillo con un cuchillo y que le había dado un profesor y a un alumno", contaba una madre de una alumna de 16 años.
"Estamos muy nerviosos porque yo llamaba a mi sobrino y no me cogía el teléfono y ha sido horroroso. Lo que queríamos saber es si estaba bien. Mi sobrino estaba 'atacao', tenía los ojitos de haber llorado de los nervios. Me ha contado que estaban arriba y que empezaron a escuchar '¡correr, correr!' y se pensaban que al principio era una broma pero después escucharon gritos, vieron sangre y dice que bajó rapidísimo.
Dice que una compañera se salió hasta del colegio de lo nerviosa que estaba, que saltó y se fue para su casa de los nervios", describe la tía de un menor. A su lado, una madre dice "mi niña es el primer año de instituto, no trae teléfono y no he podido aún hablar con ella. No sé cómo estará".
Algunos niños salieron corriendo en el primer momento del suceso y a otros sus padres firmaron una autorización para llevárselos antes de que la Policía prohibiera la salida de los alumnos. Una de las madres que ya tenía a su hija en su casa comenta que "lo estamos viviendo como un horror. Hemos tenido suerte y hemos podido sacar a los niños temprano. Tal y como dejé al chico en el cole me vine corriendo porque me avisó mi niña y una profesora sacó folios y nos dijo que si escribíamos la autorización podíamos sacar a los niños. Increíble que haya podido ser esto".
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