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Las Cinco Llagas

Besos e hipérboles

  • Resaca electoral. Dolido por el hundimiento de Ciudadanos el 10-N, el Gobierno andaluz y su socio ultranacionalista se emplean con dureza contra el preacuerdo de coalición PSOE-Podemos

Besos e hipérboles

Besos e hipérboles / ALFREDO DE ANCA / PARLAMENTO

Cuatro días después de las elecciones la derecha no ha salido de sus trincheras electorales. El hundimiento de Ciudadanos ha debilitado al Gobierno andaluz, que se defendió ayer con todo. Incluso el presidente Moreno ha abandonado el personaje parlamentario hábil, tolerante y socarrón, estilo Rajoy, que había construido con acierto en sus primeros meses de ejercicio. Ahora está instalado en un papel que le va peor, cercano al Aznar más hosco. Y ahí, pierde. Susana Díaz le ganó un debate sobre empleo. A Juanma le empieza a afectar el síndrome de San Telmo a los diez meses de estancia en el palacio; tiene ya quizá demasiada gente a su alrededor diciéndole todo el día lo bien que lo hace. Y estos entornos te matan a besos... que se lo digan a Susana. En esto no ha habido cambio.

Los tres grupos que apoyaron la investidura de Moreno se emplearon con dureza contra el preacuerdo PSOE-Podemos. Se dedicaron a la propaganda de su coalición y a criticar por adelantado el Gobierno que venga en España. Para Vox es un pacto de los socialistas con "la izquierda filoterrorista y ultraviolenta", Ciudadanos advirtió a los españoles de que fuesen preparando el bolsillo porque "Sánchez e Iglesias les van a dar un sablazo de padre y muy señor mío" y al portavoz del PP se le fue tanto el pedal al medir los males generados por la repetición electoral que convirtió por tres veces los siete meses transcurridos en siete años de inestabilidad.

En ninguna de estas tres intervenciones hubo atisbo de moderación. Nieto (PP) incluso llegó a comparar el abrazo de Sánchez e Iglesias, tras firmar su preacuerdo, con el famoso beso de tornillo del líder de la URSS Leónidas Beznev y el de la RDA Erich Honecker en junio de 1979. Y esto, se preguntarán, ¿qué tiene que ver con Andalucía? Pues nada, pero la coalición andaluza usa las sesiones de control "para lo que le place". Las palabras son de Juanma Moreno en el momento en el que perdía su debate con Susana Díaz.

El presidente y los portavoces de la mayoría, Nieto y Romero (Cs) siguen ignorando que en el Reglamento de la Cámara se dice que las preguntas de la sesión de control deben ser de interés general para la Comunidad Autónoma. Estas salidas de tono y las descalificaciones hacia el Gobierno de la nación ya las hacía con impunidad el anterior portavoz socialista en la pasada Legislatura. Desgraciadamente, el presidente Durán nunca le llamó la atención. La barra libre continúa ahora, con el beneplácito de la presidenta Bosquet. Tampoco en eso ha habido cambio. Bosquet, por cierto fracasó ayer en su intento de reclamar silencio y calma en el hemiciclo, como una maestra de escasa autoridad en un aula alborotada.

Al exabrupto de Vox sobre la naturaleza de los aliados del PSOE como filoetarras y ultraviolentos, contestó Teresa Rodríguez en el arranque de su intervención. Le dijo a Hernández "métanse con nosotros, insúltennos, y dejen en paz a los menores, a los inmigrantes, a las mujeres, a los colectivos LGTBI, porque nosotros les podemos contestar". Se interesó la jefa de Adelante Andalucía por el acuerdo presupuestario firmado por la coalición gubernamental y su socio ultranacionalista para compartir con las fuerzas de seguridad los datos de la Junta sobre sanidad, educación y servicios sociales, que puede servir para identificar y expulsar a inmigrantes sin documentación.

La portavoz adjunta de AA, Ángela Aguilera, anunció el miércoles una denuncia contra la Junta por dejación de funciones en la tutela de menores extranjeros no acompañados, por el acoso que organizó Vox durante la campaña electoral frente a un centro de acogida en La Macarena (Sevilla). Y consideró que por ese punto del acuerdo presupuestario "Andalucía se parece más a la Alemania de los nazis que a un gobierno demócrata". Un exceso que criticó ayer Moreno. Dijo que no le gustan las hipérboles en política y reclamó a Aguilera que rectificase. Sin embargo, la hipérbole de Vox no mereció ningún comentario y tampoco unas de Bendodo comparando la llegada del PP a San Telmo con la de los marines americanos a los palacios de Sadam Hussein.

Sobre el asunto de fondo acerca del que fue interpelado, el presidente se puso de perfil. Aseguró que se trata de colaborar con los cuerpos de seguridad del Estado, como es su obligación. Rodríguez condenó las agresiones a MENA en Zaragoza y el acoso que la dirigente de Vox Rocío Monasterio hizo a menores tutelados por la Junta. Invocó varias razones sociales, humanitarias y económicas para justificar la acogida de inmigrantes, para finalmente añadir argumentos bíblicos y recordar a Moreno su condición de cristiano, hombre de trono del Cristo de la Exaltación los miércoles santos en Málaga. "No me esperaba este mensaje evangélico", fue la respuesta del presidente, quien pidió que no se generen alarmas.

Cuando Susana le pregunta por un tema concreto y hace preguntas precisas descoloca a Juanma. Ella expuso que hay 852.000 desempleados, un 21% de paro. Le preguntó si mantiene su promesa de 600.000 puestos de trabajo en esta legislatura. Le conminó a hablar de los problemas concretos. Le demandó si le preocupa la cifra tan alta de temporalidad.

Él eludió responder directamente. Contestó que Andalucía está mejor que el resto de España. Que Francia sólo crece al 1% y Alemania está cerca de la recesión . Y que lo que le preocupa es el efecto de las políticas económicas del Gobierno PSOE-Podemos. Añadió que hay 80.000 empleos más. Y preguntó a Díaz qué opina de que el nuevo socio nacional de los socialistas sea partidario del derecho de autodeterminación.

Ella ironizó ante el nuevo formato, en el que se le hacen preguntas a la oposición en la sesión de control al Gobierno. Y le espetó que hay 100.000 nuevos desempleados en Andalucía, protestas en los hospitales por falta de medios, y un presidente que utiliza un lenguaje impropio de su papel institucional al decir que viene un Gobierno dráculo que va a chupar la sangre a Andalucía. Y le recordó que este año ha perdido cinco elecciones seguidas. Él encontró un poco de aire al agarrarse a que los triunfos del PSOE han sido de Pedro Sánchez, que saca mejor resultado en Andalucía que ella.

Otra penosa sesión, en esta ocasión con un gobierno andaluz tocado por el resultado electoral, camuflando la resaca detrás de besos e hipérboles.

El portavoz del PP, José Antonio Nieto, compara el abrazo de Sánchez e Iglesias con el beso Breznev-Honecker.

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