La defensa de José Bretón, acusado del presunto asesinato de sus hijos de seis y dos años, ha centrado el recurso de las cuestiones previas ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en el intento de demostrar que el peritaje del forense Francisco Etxeberria, que detectó que los huesos hallados en las Quemadillas eran humanos, fue nulo y que vulneró el derecho a la defensa del supuesto autor de los hechos. Los 15 folios del recurso presentado ante el alto tribunal andaluz contra el auto del magistrado que presidirá el juicio, Pedro Vela, se centran específicamente en intentar que se anule el examen de los restos óseos por haberse realizado de forma irregular.

En concreto, el recurso del abogado José María Sánchez de Puerta denuncia que se produjo una "connivencia" entre el forense y la Policía que permitió que tuviera acceso a documentos del caso -fotografías de los huesos- y al propio material probatorio, desliza el letrado, con la posible participación del juez instructor del caso. Lo que la defensa de Bretón intenta demostrar es que las fotos se remitieron o bien sin control judicial -por la Policía y la acusación particular- o por el propio instructor, pero en ningún caso con el conocimiento expreso de la defensa del único acusado. Sánchez de Puerta advierte al juzgado que de todas las fotos que se le remitieron a Etxeberria, sólo una se le entregó a la defensa cuando se levantó el secreto de sumario. Sobre esas imágenes, el forense realizó un preinforme que, dice el recurso, está ya viciado y vicia todo los resultados posteriores de cara a preservar las garantías procesales de su cliente. Cuando se le facilitaron al experto para que diera su primera opinión, el sumario era secreto y, afirma el recurso, la acusación particular no debía tenerlas en su poder. Sánchez de Puerta denuncia en su recurso que el juez instructor realizó consultas "personales y previas", junto con la abogada de Ruth Ortiz, "preconstituyendo una pericia que se torna prueba" en el sumario.

En segunda instancia, la defensa de Bretón vuelve a intentar -el magistrado que presidirá la vista del caso no lo hizo- que el TSJA anule el propio examen de los restos óseos del experto, de una gran reputación en su actividad. Lo hace por medio de los reportes de fax entre la Policía y el juzgado y las horas que aparecen en los informes. Según asegura, la petición oficial al juzgado se hizo un 14 de agosto a las 08:21. A las 10:30, Etxeberria deja constancia que abre la caja con los restos. El juzgado de instrucción dio su autorización a las 12:52, dos horas y media después. El auto recurrido afirma, según el recurso, que las diligencias ilegalmente practicadas pueden subsanarse a posteriori. La defensa de Bretón asegura que eso es tanto como manifestar "que una entrada y registro sin autorización judicial sería válida si se recibiera después de practicada". Tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular han rechazado esta línea de argumentación. Sánchez de Puerta habla siempre en su recurso de "apertura" de la caja con los restos, no de "desprecinto" -"que no se produjo", dice- con el objetivo de poner en entredicho la cadena de custodia de las pruebas.

La defensa de Bretón intenta en su recurso sembrar la sombra de sospecha de forma reiterada ante toda la instrucción del caso porque, asegura, se le negaron pruebas que la acusación particular sí tenía y desliza la denuncia de que pudieron ser grabadas sus conversaciones en la cárcel con Bretón, sometidas a la relación confidencial entre abogado y cliente. Vuelve a asegurar que ningún tribunal popular podrá juzgar de forma imparcial a Bretón.