Fomento posterga la puesta en marcha del AVE a Granada a 2018

Las obras del AVE a Granada concluirán en noviembre de este año, según anunció ayer el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, quien advirtió que una vez terminen esos trabajos, las pruebas de seguridad se prolongarán durante "dos o tres meses". Es decir, la entrada en servicio de la Alta Velocidad no se producirá hasta 2018. Esto supone un nuevo aplazamiento respecto a las fechas anunciadas apenas hace tres meses por el anterior titular -en funciones- del mismo departamento, Rafael Catalá quien de visita a Granada aseguró que las obras acabarían el próximo verano y la inauguración del servicio tendría lugar en otoño de 2017.

Ese escenario ha vuelto a cambiar, ello a pesar de que los trabajos en Loja llevan reanudados desde hace más de dos meses. Precisamente, este punto es el que mayor retraso presenta la línea Antequera-Granada por la tensa negociación que protagonizó Fomento con la empresa adjudicataria (Dragados y Tecsa) durante casi un año, ante el plante de esta última al reclamar un modificado que se concretó a la vuelta del pasado verano.

De la Serna dio a conocer ayer en Loja el nuevo calendario para la puesta en funcionamiento de la Alta Velocidad. Para introducir los datos más importantes del nuevo cronograma, parafraseó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien en la convención del PP andaluz celebrada semanas atrás en Granada indicó que "más pronto que tarde" llegará el AVE.

En pleno campo de obra, en el entorno de la estación de San Francisco de la localidad lojeña, el ministro abundó en que las tareas pendientes de todo el trazado comprenden la actuación en Loja y la entrada en Granada y la edificación del nuevo pabellón acristalado de la estación. A eso hay que sumar, otras intervenciones menores que "no suponen un problema en los plazos", puntualizó De la Serna. Supervisados los trabajos, el ministro confirmó que la recuperación del "buen ritmo" en la obra es un hecho. A partir de ahí, cuestiones determinantes para el futuro como el soterramiento en la capital o la construcción de la variante sur en Loja suponen el caballo de batalla ante las demandas ciudadanas.