La ficha

Nacimiento: Fiñana (Almería)

Edad: 58 años

Licenciada en Psicología por la Universidad de Granada.

Posee una amplia e intensa trayectoria política. Ha sido europarlamentaria, diputada y parlamentaria andaluza.

En los últimos meses presidió el Ifapa.

Carmen Ortiz, (Fiñana, 1957) no aparecía en las quinielas para ser consejera en el nuevo Gobierno de Susana Díaz, aunque en esta tierra todos esperaban contar con un político de aquí para dirigir la Agricultura. Maltratada en la anterior legislatura, la provincia de Almería fue la única sin consejero, por lo que se daba por seguro que una segunda vez no debía y no iba a ocurrir.

Mari Carmen Ortiz llega a uno de los departamentos más importantes del Ejecutivo andaluz con una larga y dilatada trayectoria política. Se introdujo en este mundo de la mano del que fuera delegado del Gobierno en Andaludía y luego presidente de la Diputación almeriense, Tomás Azorín. Fue parlamentaria andaluza y vicepresidenta de la Mesa de la Cámara Autonómica. Saltó a los medios nacionales cuando dio a luz y se planteó la posibilidad de que ejerciera el voto desde su domicilio. Fue la primera europarlamentaria de Almería, aunque sólo durante un mes. Ha sido concejala del Ayuntamiento de la capital y diputada al Congreso. En los últimos meses ha presidido el Ifapa, un premio que le llegó después de figurar en un puesto de salida al Parlamento Europeo en las listas del PSOE, aunque los pésimos resultados que obtuvo esta fuerza política la dejaron a las puertas de Estrasburgo. Dialogante, preparada y con un enorme carácter político, su nombramiento satisface la reivindicación de Almería, que teniendo el sector agrario más importante de la comunidad, sólo ha sido dirigido por alguien de la tierra durante una legislatura desde que Andalucía cuenta con autogobierno.

Lleva en esto desde siempre, con algunos paréntesis, aunque en la vida orgánica no ha cesado un solo segundo de participar. La penúltima crisis de la agrupación local de la capital, de la mano de la actual dirección, puso las cosas más que complicadas a la candidatura de Fernando Martínez, a la postre elegido secretario general, hasta alcanzar un acuerdo de mínimos para una sola lista, aunque las espadas nunca han dejado de estar blandidas.

Su regreso a la primera línea supone un espaldarazo definitivo a aquellos/as que buscan su confirmación tanto a nivel interno como institucional. Con ser importante, quien más lo va a notar es el sector hortícola almeriense, que con una facturación de más de 2.000 millones de euros es capaz de poner en positivo las exportaciones andaluzas. Aun así, y conociendo su carácter dialogante y su dilatada trayectoria, la Consejería de Agricultura gana una política capaz de entender los problemas del sector andaluz, lidiar con los sindicatos y buscar nuevos mercados y proyección para los productos andaluces, sin olvidar la innovación, el desarrollo y la negociación con el Gobierno y Europa.