Con el voto positivo de Vox y la abstención de los socialistas, la comisión parlamentaria ha aprobado este martes el dictamen de la nueva ley del Suelo, la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA). Sólo resta su aprobación en el pleno, durante el cual el PSOE, en el peor de los casos, se abstendrá, con lo que el Gobierno de la Junta aprobará una de las leyes más importantes de esta legislatura y la que puede ser la última.

Esta ley entró en el Parlamento antes del verano, pero Vox votó en contra el 26 de mayo por su oposición a que el Gobierno andaluz acogiese a algunos menores inmigrantes no acompañados que estaban en Ceuta. Fue devuelta, pero el Ejecutivo la mandó de nuevo, para contar, en esta ocasión, con el voto favorable de Vox y la abstención de los socialistas. La mayor parte de los alcaldes del PSOE esperaban esta ley para desbloquear muchos planes urbanísticos.

Vox sostiene ahora que, aunque la ley es "manifiestamente mejorable", le han dando su apoyo "por responsabilidad". El parlamentario Alejandro Hernández ha señalado que a su partido no le gusta ni la referencia al cambio climático que se hace en el texto ni la utilización de sostenible en su título. 

El líder socialista, Juan Espadas, viene señalando que la negociación de la LISTA demuestra que su partido no tiene voluntad de bloquear la acción del Gobierno y, a la vez, que el PP no se ha empeñado en el proyecto de Presupuestos de 2022 como en la ley del Suelo. la LISTA se aprobará en diciembre, pero antes es posible que el Parlamento rechace el proyecto de cuentas. Si esto ocurriese, el presidente Juanma Moreno adelantaría las elecciones.

Fue el anterior Gobierno socialista el que comenzó a elaborar esta nueva ley del Suelo, ante la certeza que la anterior, la LOUA, de 2002, se había convertido en un artefacto farrogoso que protegía el territorio, pero impedía la gestión municipal de los suelos con trámites muy exigentes. 490 municipios andaluces ser quedaron sin actualizar sus planes a la LOUA, y otros 113 ni siquiera comenzaron el trámite. La LISTA deroga la LOUA y la Ley de Ordenación Territorial de Andalucía, de 1999, así como dos decretos y 44 normas. Básicamente, es una ley más ágil y simplificadora, aunque el ala izquierda del Parlamento entiende que supone una liberalización plena del mercado del suelo.

No es de la misma opinión el PSOE, que se ha abstenido en la comisión, con la intención de seguir negociando para dar un voto afirmativo en el pleno en el que se apruebe. El voto de Vox, que se ha sumado al consenso después de romper por la polémica de Ceuta, es suficiente para sacarla adelante. La mayoría de derechas ha admitido ocho enmiendas del PSOE y 22 transaccionales, aunque hay otra veintena que no fueron aprobadas.  

La ley pretende que los ayuntamientos puedan aprobar sus planes generales de ordenación urbana en dos años, rebaja la capacidad de veto de la Junta sobre los municipios y elimina la calificación de suelo urbanizable. A partir de esta ley sólo habrá dos tipos: el rústico y el urbano, y también se anula las categorías de consolidado y no consolidado. Los actuales suelos urbanizables no consolidados pasan a considerarse rústicos. La LISTA también permitirá la regularización de miles de viviendas ilegales.

Una vez que se apruebe la ley, hay que hacer lo mismo con el reglamento planeamiento de la LISTA, así como una modificación del Plan de Ordenación Territorial de Andalucía (POTA).