Pérez Tapias rechaza para el PSOE un modelo de "monarquía absoluta"

Con la mitad, "más o menos", de los 10.000 avales que necesita para presentar su candidatura a las primarias del próximo 13 de julio de las que saldrá elegido el secretario general del PSOE, José Antonio Pérez Tapias presentó ayer en Sevilla un proyecto que, de partida, tiene menos eco en el aparato del partido que el de sus dos principales competidores (la candidatura de Alberto Sotillos se queda en la categoría de mera anécdota): Pedro Sánchez, avalado por el peso fuerte de Susana Díaz desde Andalucía, y Eduardo Madina, bendecido por el saliente Alfredo Pérez Rubalcaba.

De ahí que, sin ambages, el decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada y portavoz de Izquierda Socialista reclamara ayer, por la mañana desde la sede de la Agrupación Provincial de Sevilla y por la tarde desde un acto en Cádiz, que la misma "igualdad" que el PSOE proclama en otros ámbitos se aplique ahora en el seno del partido "en un proceso como éste". Pérez Tapias opinó también que "fue un error" que "tantos" secretarios generales se decantarán -presionaran, llegó a decir- por Susana Díaz para que diera un paso al frente y tomara las riendas del PSOE, porque, dijo, "una persona encumbrada en lo alto de un partido es como una monarquía absoluta, y si no hay monarca no hay barones". Esto, continuó, "remite a las relaciones de vasallaje" que van en contra de las justicia, la igualdad y la solidaridad que se ha pregonado tanto desde su formación.

Bajo esta premisa, Pérez Tapias ve que la decisión tomada finalmente por Díaz, de centrarse en la presidencia de la Junta de Andalucía y el PSOE andaluz, sea una "decisión difícil" pero "acertada e inteligente".

En esta línea, el profesor universitario rechazó los "aparatos de obstrucción" e insistió en la necesidad de "democracia interna" para "regenerar un partido", si quiere ser "reformista de verdad". Un partido cuyo proyecto político calificó de "muy agotado" cuyas medidas -como las últimas de José Luis Rodríguez Zapatero- han provocado un "desdibujamiento" del proyecto de partido.

Pérez Tapias, que pidió "resituar al partido en la izquierda" aunque sea una "obviedad" subrayar que la S de PSOE es por su vocación socialista, lamentó el apoyo del grupo parlamentario socialista a la ley de abdicación, que comparó con la "aprobación exprés" de la reforma del artículo 135 de la Constitución, que él como diputado entonces no votó, y que daba prioridad absoluta al pago de la deuda pública sobre cualquier otra rúbrica presupuestaria. Finalmente, calificó de "lamentable" la forma en que se ha gestionado el debate del aforamiento del rey Juan Carlos.

Con esta redifinición del PSOE a la izquierda, "dejando atrás las tibiezas" y poniendo el foco en la creación de empleo, "porque no es verdad que la lucha contra el paro haya sido la prioridad", el precandidato a la secretaría general celebró que el congreso se desarrolle en los términos de un militante/un voto y con ello las bases de la formación se reconcilien con un partido "en declive en los últimos tiempos". Y en ese sentido rechazó esa fórmula de "gran coalición" entre PSOE-PP que se han puesto sobre la mesa recientemente por el ex presidente Felipe González.

Sobre el modo en que se ha gestionado la salida de Rubalcaba, Pérez Tapias dijo que hubiera preferido la fórmula de una gestora para garantizar "un proceso verdaderamente independiente" pero sí quiso aclarar que en el caso de que sea elegido secretario general no encabezará la candidatura a la presidencia del Gobierno. Sobre las desafortunadas experiencias de bicefalia que acumula el PSOE en su historia, como por ejemplo Borrel-Almunia, Pérez Tapias dijo que se deben a que "cada uno de los polos" -el candidato a la presidencia y el secretario general- querían acumular poder cada uno por su lado.