Lo de Yolanda ha vuelto a tropezar en Andalucía, y no es que la coalición de izquierdas en el Parlamento andaluz sea, especialmente, problemática, sino que viene reflejando unas tensiones nacionales que también están instaladas dentro del propio Gobierno central. La Cámara autonómica celebra este miércoles su primer pleno ordinario después de las elecciones de junio, y la Mesa tendrá que resolver la primera disputa dentro de Por Andalucía. La coalición, representada por Inmaculada Nieto, de IU, le ha comunicado que el representante en este órgano dejará de ser Alejandra Durán, de Podemos, para ser sustituida por Esperanza Gómez, de Más País.

La configuración del Parlamento actual refleja batallas anteriores, ya que la parlamentaria Teresa Rodríguez, expulsada durante la anterior legislatura, se presentó a las elecciones de junio con unas siglas propias que consiguió dos escaños. Está en el grupo mixto y, como tal, preguntará al presidente de la Junta, Juanma Moreno, en las sesiones de control.

Lo de Yolanda es la nueva marca de las izquierdas españolas, la coalición que busca la ministra de Trabajo para recomponer lo que ya ha existido con el nombre de Unidas Podemos. Ha bautizado al invento como Sumar, pero no es más que un cambio de liderazgo en las izquierdas, después de que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dejase el Gobierno de Pedro Sánchez y señalase a Yolanda Díaz como la próxima candidata a la Presidencia del Gobierno. Podemos, al frente del que se encuentra otra ministra, la de Asuntos Sociales, Ione Belarra, viene dando muestras de incomodidad con el proyecto de Yolanda Díaz, y estas reticencias son las que han estallado en el Parlamento andaluz.

La ministra Ione Belarra ya destituyó a quien fuese su secretario de Estado de la Agenda 2030, Enrique Santiago, que es el secretario general del PCE, partido en torno al que gira IU. Ahora, es IU la que saca de la Mesa del Parlamento andaluz a una representante de Podemos. En el Gobierno de Sánchez hay dos ministras de Podemos, Irene Montero y Ione Belarra, además de los dos que proceden de IU, la propia Díaz y Alberto Garzón.

La coalición Por Andalucía, de la que forman parte, entre otros, IU, Podemos y Más País, comenzó mal. Podemos extremó las negociaciones sobre las listas, hasta tal punto que llegó tarde a la formalización de la coalición en el registro. Si los morados pudieron presentarse, es porque IU y Más País respetaron el acuerdo por encima de lo estrictamente legal.

Después de las elecciones, Por Andalucía constituyó una mesa de coordinación para regular el funcionamiento del grupo parlamentario, pero Podemos presentó, por su cuenta, un reglamento interno al Parlamento. Esta es la causa que esgrime Inmaculada Nieto para solicitar el relevo de Alejandra Durán por Esperanza Gómez.

La Mesa de la Cámara se dará por enterada del cambio, pero no va a entrar a valorar el relevo, porque desde la legislatura anterior se atiende a la decisión del portavoz de cada grupo. A Podemos le quedaría la opción de acudir o a los tribunales o, lo que sería más grave, propiciar la destitución de Inmaculada Nieto. En el grupo, son tres parlamentarios morados sobre cinco, con lo que tiene mayoría, pero esto llevaría a la ruptura de la coalición y la disgregación de todos hacia el grupo mixto.

Por sus consecuencias, ninguno de los afectados contempla esta posibilidad, aunque la primera crisis se ha producido a solo dos meses que arranque una legislatura que durará cuatro años.